Real Jaén.- Un punto de crecimiento
Área 11 /Melilla
El Real Jaén consiguió un meritorio empate en el Estadio Álvarez Claro de Melilla, un punto que le sirve para afianzar el crecimiento de las últimas jornadas. Además, el equipo supo reponerse del gol de Andrés Ramos al filo del descanso.
Área 11 /MelillaEl Real Jaén consiguió un meritorio empate en el Estadio Álvarez Claro de Melilla, un punto que le sirve para afianzar el crecimiento de las últimas jornadas. Además, el equipo supo reponerse del gol de Andrés Ramos al filo del descanso.
Igualó en la segunda parte gracias al acierto de Añete.
Cerca estuvo el Real Jaén de sumar su tercer triunfo consecutivo en su visita a Melilla. Los tres puntos pudieron viajar a la capital del Santo Reino en el último suspiro, cuando Iván Zarandona disparó con decisión ante un Dorronsoro que respondió con una mano providencial para evitar el 1 a 2. El encuentro en sí no fue muy vistoso para el aficionado que acudió al estadio melillense. Mucha briega, muchas alternativas, pocas ocasiones de gol y escasa pegada. Ambos contendientes apenas generaron peligro y, cuando lo hicieron, este llegó en jugadas de estrategia. El primer lanzamiento se produjo en el minuto trece de partido, cuando Amarito ensayó un disparo que no encontró ni portería.
Manolo Herrero demostró haber hecho bien los deberes durante la semana. El delegado del Real Jaén tenía muy bien estudiado a su adversario y por eso urdió una defensa de cinco hombres, con Ángel Martínez, Rojas y Fabios en el centro de la zaga, y con Zurdo como falso lateral izquierdo y Juanjo, en la derecha. La muralla cimentada por Herrero dio sus frutos, porque ahogó a un Melilla que no sabía cómo llegar al área jiennense, aunque sí era amo y señor en la zona ancha del terreno de juego. Fran Carnicer fue el primero en abrir las hostilidades por los andaluces, con un lanzamiento lejano que detuvo el meta Dorronsoro. Acto seguido fue Zurdo el que probó fortuna tras ejecutar un libre directo.
El dominio descafeinado del Melilla apenas inquietaba al Real Jaén, pero, superado el minuto veinte, los locales se entonaron en los metros finales. Amarito empezó a prodigarse por la banda izquierda y sirvió balones para que los arietes locales pusieran a prueba los reflejos de Adrián. Como en el minuto 23, cuando Amarito asistió para que Chota cabeceara el cuero al travesaño. A la media hora, de nuevo Amarito cabalgó por la banda izquierda, se asoció con Nacho Aznar y cedió para que Andrés Ramos malograra una clara acción de gol. El Real Jaén se había prodigado poco en el remate, pero en el minuto 35 dispuso de una ocasión de oro. El susto inundó la grada cuando Dorronsoro sacó de portería, el Real Jaén recuperó en la medular y el remate final de Pedro se perdió cerca de la cepa del poste. Replicó el Melilla en el minuto 40 en un libre directo que botó David Vázquez, el cuero golpeó en el travesaño y traspasó la línea de gol, pero el colegiado murciano no concedió el tanto que las imágenes televisivas corroboraron. Un minuto más tarde, Andrés Ramos batió a Adrián después de aprovechar una combinación entre Guille Roldán y Chota. Pudo ampliar distancias antes del descanso el Melilla si Roldán hubiera atinado en su remate.
Varió por completo la decoración del partido en la segunda mitad. Manolo Herrero dejó en la caseta a Ángel Martínez, amonestado, y saltó al terreno Fran Machado. El granadino le dio gran movilidad al equipo jiennense, sobre todo por la banda derecha, donde fue un puñal para la zaga rival. El Real Jaén tocó y se adueñó de la zona ancha, con Machado y Añete incisivos por los flancos. Gascón lo intentó con un lanzamiento duro y seco en el minuto 52, pero fue tres minutos más tarde cuando Añete neutralizó la contienda. Machado le ganó la espalda a Amarito, metió la directa, alcanzó línea de fondo y pasó para que Añete estableciera la igualada. El 1-1 fue un mazazo para el Melilla, que sólo despertó a falta de diez minutos, cuando se vio contra las cuerdas. Sin embargo, fue el Real Jaén el que pudo llevarse el partido en el tramo final, cuando Zarandona probó las habilidades de Dorronsoro. De nuevo el de Torrelavega volvió a salvar al Melilla.