Real Jaén.- El acierto siempre vuelve

José Eugenio Lara /Jaén
El Real Jaén ya es equipo de promoción. Y lo ha conseguido por el acierto anotador de sus delanteros. Veintiséis goles de los treinta del equipo llevan el apellido de los atacantes. Un buen síntoma. Mena es, en estos momentos, el más enrachado, mientras que Fernando ha regresado con más fuerza que antes. El acierto siempre vuelve.

    05 feb 2010 / 11:40 H.

    Jugada excelente de Fernando, gol de Mena. Pase delicioso de Javi Moyano, golpeo preciso de Fernando a la red. El partido con el Ejido midió la temperatura del Real Jaén y, en particular, de sus delanteros. Mena y Fernando reivindicaron con su definición que el talento siempre permanece y que el gol, en ocasiones, es cuestión de tiempo. El toledano, que lleva cinco dianas, tardó en estrenarse. Le costó coger el pulso de la competición por la falta de preparación con la que llegó a la plantilla. Cuando ha adquirido el tono físico adecuado, el “20” se ha destapado como un futbolista inmenso, trabajador y goleador, con una técnica depurada y un compromiso sin fisuras. Sus goles han sostenido al equipo en los últimos encuentros. Anotó dos en Roquetas, uno en Moratalla y el miércoles ante el Ejido. Está enrachado. Tiene el gol en sus botas.
    A Fernando también le ha costado reponerse de un anonimato soprendente al que llegó después de recopilar grandiosos adjetivos por un comienzo rutilante. Hizo siete goles en las primeras nueve jornadas. Luego desapareció... de la tabla de realizadores y de las alineaciones. Su participación ha quedado reducida a los últimos minutos de cada encuentro. El miércoles fue una excepción. Con todo perdido, Cervera apostó con valentía. No le tembló la mano. Y le salió bien. Fernando, enrabietado, jugó una segunda mitad maravillosa. Cambió la fisonomía del ataque y tiró del grupo hacia arriba. Participó en casi todas las acciones brillantes e impulsó con su fútbol una remontada espléndida. Ha vuelto Fernando, el joven y entusiasta delantero que desempolva su pierna y pone el balón en la red. Tres meses y medio han tenido que pasar para que el sevillano celebre un nuevo tanto. Y lo ha hecho en el momento adecuado. Sus goles llevan el estigma de la fase de ascenso. El penúltimo que marcó, ante el San Roque, el 17 de octubre, colocó al Real Jaén cuarto por primera vez en la Liga. El último que ha celebrado ha situado al equipo tercero. Fernando y el conjunto mantienen un estrecho vínculo, casi indisoluble.
    Entre Mena, el enrachado, y Fernando, el artillero que regresa, sobreviven dos atacantes que se entienden cada vez mejor. Uno es explosivo y el otro, talentoso. Entre los dos suman trece tantos. Esparza acumula ocho y Toledo, cinco. Son dos jugadores incuestionables, por su estilo y por su influencia en el equipo. Gracias a los cuatro y a sus veintiséis goles, el Real Jaén vive ahora el mejor ciclo de la temporada. El grupo tiene fuerza, reacción y pegada. Ha puesto la directa hacia la cabeza y se ha convertido en una seria amenaza para la hegemonía del Granada CF y del Melilla. Ese parece su inmediato desafío: consolidarse entre los cuatro primeros y retar a los dos mejores.