Reacios al pacto de gobierno
Complejo. Difícil. Apasionante. Beneficioso. Son solo algunos de los adjetivos que acompañan al escenario político que los resultados electorales del domingo han dibujado en la capital. Roto el “bipartidismo”, el décimo mandato municipal que arrancará el 13 de junio compartirá con la Corporación que surgió de los primeros comicios de 1979 la pluralidad de partidos. Si, en aquel entonces, fueron cinco, ahora, a los tradicionales PP y PSOE se sumarán las dos formaciones del momento: Ciudadanos (C’s) y ese movimiento de unidad popular llamado Jaén en Común (JeC).
A la vuelta de la esquina aguarda lo desconocido y, desde la Confederación de Empresarios, su presidente, Manuel Alfonso Torres, pide “agilidad”; que no ocurra lo mismo que en la formación del Ejecutivo de la Junta. “Queremos gobierno, no desgobierno —sentencia—. Los empresarios no podemos estar pendientes de que haya un pacto de gobierno, porque, mientras se llega a él o no, hay una paralización total. Yo lo que quiero es estabilidad, sea el gobierno del tipo que sea, y que venga rapidito”.
Como fuerza más votada, el PP ya ha hecho un llamamiento a C’s para formar una coalición. Si no es posible, asumirá su rol y gobernará en minoría. Una opción que los líderes del movimiento vecinal ven más ventajosa que el pacto de gobierno. Será “duro”, coinciden los presidentes de las federaciones Más Voluntades y Ciudadanos por Jaén, Antonio Lozano y Antonio Guerrero, respectivamente. “Gobernar con una mayoría absoluta es relativamente más fácil que sacar adelante un Ayuntamiento y una ciudad a base de acuerdos”, reflexiona Guerrero. Máxime, en la situación en la que se encuentran las arcas municipales, con una losa de deuda que oscila entre los 461 millones, según el partido gobernante, y los 700 millones, según la oposición. Sin embargo, consideran que el diálogo y la “unidad de fuerzas” pueden ser más positivos que una mayoría absoluta —que, en opinión de Lozano, acaban convirtiéndose en “dictaduras del voto”— o un gobierno de coalición. La capital ya vivió esa experiencia entre 2007 y 2011, y María Cantos, presidenta de la Federación Objetivos Comunes (OCO), evoca: “Fue bastante negativa”. “Se obvió” al movimiento vecinal. “La única diferencia [respecto a este mandato que ya concluye] es que se hicieron obras, pero no las pidió nadie. Y se metió la pata”, lamenta una dirigente vecinal que tacha el escenario que se abre, con la necesidad de “diálogo” que se impone, de “apasionante” y prometedora para Jaén y, sobre todo, para su población. “En el debate que organizamos, el PSOE, C’s y JeC estuvieron de acuerdo en que la participación sea activa, y el camino para conseguirlo es modificar el reglamento actual de participación ciudadana”, señala Cantos, que sueña con presupuestos participativos.
Con 15 ediles, la oposición será fuerte y, si intenta cumplir las promesas que hizo en campaña, se adivina reivindicativa. “Podrá hacer avanzar una ciudad que —según Cantos— más parada que estos años será imposible que lo esté”. Si ocurriera o si las cosas no funcionan, Lozano apunta que cabría la posibilidad de una moción de censura. En el día a día “se verá la talla del político”, reflexiona Guerrero, que agrega: “Ya hemos conocido lo anterior y Jaén parece del norte de África. La política tiene mucho que decir, así que ¡vamos a utilizar otras formulas, a ver qué tal!”.
A la vuelta de la esquina aguarda lo desconocido y, desde la Confederación de Empresarios, su presidente, Manuel Alfonso Torres, pide “agilidad”; que no ocurra lo mismo que en la formación del Ejecutivo de la Junta. “Queremos gobierno, no desgobierno —sentencia—. Los empresarios no podemos estar pendientes de que haya un pacto de gobierno, porque, mientras se llega a él o no, hay una paralización total. Yo lo que quiero es estabilidad, sea el gobierno del tipo que sea, y que venga rapidito”.
Como fuerza más votada, el PP ya ha hecho un llamamiento a C’s para formar una coalición. Si no es posible, asumirá su rol y gobernará en minoría. Una opción que los líderes del movimiento vecinal ven más ventajosa que el pacto de gobierno. Será “duro”, coinciden los presidentes de las federaciones Más Voluntades y Ciudadanos por Jaén, Antonio Lozano y Antonio Guerrero, respectivamente. “Gobernar con una mayoría absoluta es relativamente más fácil que sacar adelante un Ayuntamiento y una ciudad a base de acuerdos”, reflexiona Guerrero. Máxime, en la situación en la que se encuentran las arcas municipales, con una losa de deuda que oscila entre los 461 millones, según el partido gobernante, y los 700 millones, según la oposición. Sin embargo, consideran que el diálogo y la “unidad de fuerzas” pueden ser más positivos que una mayoría absoluta —que, en opinión de Lozano, acaban convirtiéndose en “dictaduras del voto”— o un gobierno de coalición. La capital ya vivió esa experiencia entre 2007 y 2011, y María Cantos, presidenta de la Federación Objetivos Comunes (OCO), evoca: “Fue bastante negativa”. “Se obvió” al movimiento vecinal. “La única diferencia [respecto a este mandato que ya concluye] es que se hicieron obras, pero no las pidió nadie. Y se metió la pata”, lamenta una dirigente vecinal que tacha el escenario que se abre, con la necesidad de “diálogo” que se impone, de “apasionante” y prometedora para Jaén y, sobre todo, para su población. “En el debate que organizamos, el PSOE, C’s y JeC estuvieron de acuerdo en que la participación sea activa, y el camino para conseguirlo es modificar el reglamento actual de participación ciudadana”, señala Cantos, que sueña con presupuestos participativos.
Con 15 ediles, la oposición será fuerte y, si intenta cumplir las promesas que hizo en campaña, se adivina reivindicativa. “Podrá hacer avanzar una ciudad que —según Cantos— más parada que estos años será imposible que lo esté”. Si ocurriera o si las cosas no funcionan, Lozano apunta que cabría la posibilidad de una moción de censura. En el día a día “se verá la talla del político”, reflexiona Guerrero, que agrega: “Ya hemos conocido lo anterior y Jaén parece del norte de África. La política tiene mucho que decir, así que ¡vamos a utilizar otras formulas, a ver qué tal!”.
