Razones de justicia para que un pueblo reclame su autovía

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán y su homólogo del Ejecutivo nacional, José Luis Rodríguez Zapatero, tienen, mañana, una cita trascendental en La Moncloa. Está en juego mucho más que arañar millones de euros para salvar proyectos que Fomento paralizó el mes pasado en aras del plan antidéficit. Porque, en el caso de la provincia de Jaén, es decisivo que salgan del cajón los tres tramos de la A-32 que entraron en la lista negra de los recortes. ¿Razones? Justicia social con una provincia que debería tener construida esa autovía hace años, que arrastra un déficit sangrante en infraestructuras, y junto con otros muchos proyectos que siempre se dejan para después. Sobran argumentos objetivos para recuperar la construcción de una obra necesaria, retrasada en el tiempo hasta el absurdo, que revitalizará una comarca de la provincia que ansía una vía de comunicación moderna y rápida.  En esta reivindicación no hay partidos, ni colores, porque la reclamación es unánime. Desde todos los frentes se reivindica la necesidad de impulsar de una vez por todas la finalización de esta importante infraestructura. Grupos políticos, alcaldes, sindicatos, empresarios y ciudadanos en general. Las últimas noticias conocidas, con la marcha atrás del Ministerio de Fomento y el anuncio de 500 millones más para obra pública, ofrecen un motivo para la esperanza a las más que legítimas aspiraciones jiennenses. El clamor social no puede desoírse más. Esa sordera política no tiene justificación alguna, ni coartada para una provincia que espera con ansias las buenas noticias tras el encuentro de mañana. La evidente sintonía entre los mandatarios socialistas puede y debe ser mañana un elemento más a favor de los intereses jiennenses. La Linares-Albacete no puede pararse, porque la sociedad jiennense en pleno no va a permitirlo.

    22 ago 2010 / 09:14 H.