Rajoy quiere obras en todos los tramos de la A-32 de Jaén en 2016
La idea es que en el año 2016, al menos así figura en los presupuestos que se debaten en las Cortes, esté en obras toda la parte de Jaén (de la A-32) para continuar en el futuro la parte de Albacete”, fue la promesa que lanzó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que inauguró 11,3 kilómetros de la pretendida autovía entre Linares y Albacete, un proyecto estratégico, al suponer la apertura de una carretera de gran capacidad entre Andalucía y el Levante que sustituya a la actual Nacional 322.

El anuncio del jefe del Ejecutivo excedió, en realidad, el contenido de los planes gubernamentales que ya son públicos. Fomento desveló la intención de invertir unos 44 millones de euros para poner en marcha las obras entre Torreperogil y Villanueva del Arzobispo, es decir dos tramos, y reactivarlas entre Úbeda y Torreperogil, actualmente, en suspenso. Además, se avanzó el compromiso de comprometer fondos para licitar otros tramos entre el municipio villanovense y el límite de provincia; en este caso, solo se habló de unos 800.000 euros, una cantidad irrisoria para un proyecto de esta envergadura que, eso sí, con las obras puestas en servicio ayer, ya permite circular por autovía entre Bailén y Úbeda.
El jefe del Ejecutivo fue receptivo a la solicitud de ayuda que lanzó al Estado la Junta, por boca del consejero de Fomento, el jiennense, Felipe López, por si tras las próximas generales, continúa como presidente. “Queremos plantear que el Gobierno que salga de las urnas acabe teniendo el compromiso de trabajar lealmente con la Junta de Andalucía para alcanzar un fin que compartimos, ser útiles, generar empleo y favorecer la actividad económica y el desarrollo social”, dijo López, quién, aunque recordó que aún queda mucho por hacer en la autovía de la que ayer se inauguró un tramo, parafraseó al poeta Antonio Machado, que fue profesor de un instituto baezano, y reconoció “camino se hace al andar”. “Si las administraciones son capaces de entenderse, las cosas irán mejor para todos incluso para estas y los que hacemos política”, dijo conciliador Rajoy, en alusión directa al consejero andaluz.
El presidente afirmó sentirse “honrado” de regresar a Jaén y recordó sus visitas a Baeza, Úbeda, Cazorla, Linares o la capital y, aunque no habló del déficit, en aspectos como las comunicaciones jiennenses con el resto de España, sí dejó entrever la necesidad que tiene esta provincia de inversión pública. “Ha mejorado mucho, como el conjunto de España, en los últimos 40 y 50 años, pero todavía tiene grandes posibilidades de mejorar”, argumentó en su breve discurso, en el que defendió la necesidad de favorecer la economía y la competitividad de las empresas y se detuvo en el aceite de oliva. “En muchos mercados, que están muy cerca de nosotros, se acabará imponiendo el sentido común”, vaticinó el jefe del Gobierno, que reconoció disfrutar con la visión de los olivares que, a él, le recuerdan a “ejército en formación” y que calificó como un autentico “tesoro”. Incluso, en los cinco minutos escasos en los que Rajoy se dirigió al público, tuvo tiempo de piropear la gestión del único ministro jiennense de su Gabinete, el titular de la cartera de Hacienda Cristóbal Montoro, del que alabó la “feliz idea” de los planes de pago a proveedores. Y, sobre el viaducto de la A-32, que salva el río Guadalimar, como ya hizo en el Puente de “La Pepa” de Cádiz la semana pasada, Mariano Rajoy, lanzó el enésimo mensaje en defensa de la unidad de España, con la frase: “Si todo el mundo va en pos de grandes objetivos nacionales, los resultados se consiguen mejor y con gran rapidez”.
recados. Rajoy se llevó deberes a La Moncloa. El presidente de la Diputación, Francisco Reyes, le pidió que los municipios menores de veinte mil habitantes puedan acceder a los fondos europeos; la alcaldesa de Baeza, la socialista, Lola Marín, le entregó una carta en la que reclamó que, de una vez por todas, Fomento ejecute el acceso a la ciudad desde la A-32 por La Yedra, comprometido desde 2011; el diputado de IU, Miguel Manuel García, le entregó una camiseta como las que lucen los vecinos de Campillo del Río, que reclaman la construcción de un nuevo puente que salve el río Guadalquivir y acabe con una “histórica incomunicación”.