Rafael Berges: "Los sinvergüenzas tapan sus vergüenzas con los honrados"
Rafael Berges no da un paso atrás. Todo lo contrario. No quita ni una sola coma de las críticas que el pasado domingo lanzó contra los jugadores después de la derrota ante el Cartagena (1-2). Se reafirma en todo. Incluso resume su sentir y su estado de ánimo con frases tan duras como “muchas veces los sinvergüenzas tapan sus vergüenzas con los honrados y en el vestuario del Real Jaén también los hay”. Y se explica: “Hemos tenido a futbolistas que no han sido capaces de dar un paso adelante y que se han escondido en la profesionalidad de otros. No he dicho nada que no pensara”. En este sentido destaca el compromiso de jugadores como Óscar Quesada, Santi Villa y los capitanes, futbolistas que, según el entrenador, merecen seguir en la plantilla por lo mucho que han dado. Evita, sin embargo, decir nombres en el aspecto negativo. “Es mejor referirse al grupo en general”, apostilla. Reconoce, en cambio, que ha vivido una experiencia muy amarga, porque, en su opinión, se ha encontrado con el peor vestuario de su carrera deportiva, como jugador y como entrenador. “Ha sido el peor con diferencia. No tengo ninguna duda. La convivencia ha dejado mucho que desear y eso ha influido luego en el rendimiento deportivo. He visto situaciones increíbles. Además, han salido cosas que nunca tendrían que haber salido. Me entristece todo, porque soy un profesional del fútbol, tengo familia y lo vivido aquí será un lastre en mi trayectoria deportiva. Lo pagaré en el futuro a la hora de encontrar trabajo”, añade.

Berges profundiza en sus palabras y asegura que lo peor del Real Jaén desde que llegó, en enero pasado, es que no ha sido un equipo. “Hemos sido un grupo de jugadores que se han puesto la camiseta para jugar cada domingo, pero nada más. No ha habido sentimiento colectivo. Han faltado muchos valores”, subraya. En este aspecto aclara que no ha formulado antes estas críticas porque no ha visto la dejadez que observa ahora. “Nunca había visto lo que he visto en estas dos semanas. Después de quedarnos sin opciones de disputar la promoción de ascenso, algunos se han relajado y han quitado el pie del acelerador, cuando hay que ser profesionales hasta el final. No se puede permitir la actitud del otro día ante el Cartagena. Mis palabras no fueron ningún calentón del momento. He dicho lo que pienso y no he dicho nada que no les haya dicho a ellos en el vestuario”, reitera.
El entrenador cordobés también asume la parte de culpa que le corresponde y manifiesta que a los jugadores todavía les queda una oportunidad para callarle la boca. “Y es el próximo domingo en El Fontanar. Que me callen con hechos y no con palabras. Que jueguen con intensidad y que den la cara. Que acabemos como profesionales y como un equipo”, concluye. Rafael Berges no ha tenido suerte desde que llegó al Real Jaén. Sus números son de descenso. Ha dirigido al equipo en diecisiete encuentros, en los que ha cosechado cuatro victorias, seis empates y siete derrotas. Totaliza dieciocho puntos, una cantidad que mantiene al conjunto jiennense como el segundo peor en la segunda vuelta. Solo supera al ya descendido El Palo, que lleva catorce. En el tramo final de la Liga, las cifras son mucho peores. El Real Jaén suma tres puntos de dieciocho. Es decir, lleva tres empates y tres derrotas en seis partidos. En esta dinámica terrible llega el compromiso en Córdoba, el último de una temporada que solo tenía un objetivo: el ascenso. Y nada más lejos de la realidad. No habrá play off ni clasificación para la Copa del Rey y, en el caso de no ganar en El Fontanar, el equipo corre el riesgo de no quedar entre los diez primeros. La campaña de la ilusión acabará como el año de la gran decepción.