Quiero ver andar el tren

Como decíamos ayer..., vaya este recuerdo a modo de saludo a Fray Luis de León, en su vuelta a la Universidad. Demasiado tiempo alejado de esta compañía a de dar golpes al teclado de vez en cuando. Sabemos que estamos bajo el manto de un estado de control y mordaza. Por el rodar del tiempo, en esta semana negra que pasó, me trajo a evocación la muerte de mi hijo, y también las del tirano Francisco y la grabación en cuarenta años de aniversario de “alguien voló sobre el nido del cuco”, similitudes que rebobino para no entrar de lleno en las malicias.

    23 nov 2015 / 11:16 H.

    Por la prensa me llega la noticia de que Urbanismo va a intervenir en seis solares municipales. Desde aquí, desde estas líneas, capaz soy de pensar que no será uno el que me acompaña con los nidos de los palomos, ratas, y hmedad que llega al techo y paredes rajadas. Lo bueno, fue la larga cambiada que el concejal de urbanismo (al que le mostre las fotos del paso de las ratas), en el reportaje que me hizo Diario JAÉN. Con la presencia del concejal Julio Millán. Con un lamento lastimero, el señor Márquez —futuro alcalde— aseguró que eso era una barbaridad y que mandaría al día siguiente a los de mantenimiento urbano a ver el tema. Visto que pasó la semana y a mí no me ha llamado nadie. Vuelvo a ir a urbanismo y él estaba ausente. Que a mis 62 años se me quiera meter las cabras en el corral, me parece vergonzoso.  Pero como soy demasiado del barrio, la historia sería tentadora de hacer el parque en la plaza de Santiago, poner el torreón de cuando vivía ahí “La Fidela”, unos columpios y la vieja palmera que tantos recuerdos puede contar. Con esto del tajo de la aceituna, se me había olvidao que estamos en tiempos de fichajes electorales, muchos los llamados, otros los huídos y la tranquilidad manifiestamente mejorable de que la adorable Celia Villalobos le pegue “al tetri”, merecidas tiene las vacaciones. Por otro lado de vuelta al ruedo del mano a mano entre Esperanza Aguirre y Montoro. Paisano, tú tienes casta y valentía para dejar alto el pabellón y tieso al personal.
      Nicolás Ortiz