Guerra de guerrillas en Marmolejo
El PP se despertó del sueño y vio que dormía con su enemigo. El sueño era gobernar en Marmolejo y su enemigo, los comunistas de Izquierda Unida. Valga la aclaración, por si alguien ha llegado tarde a la película o no pudo leer el periódico esta semana pasada. Pero el final se veía venir. Desde el principio.
Esas amistades peligrosas son comunes, sobre todo, en los pueblos, porque más que la ideología pura y dura del partido, prima el bien común de los vecinos.
Al menos, en teoría, claro. Porque la democracia hace posible esas cosas, que acabe por gobernar quien menos votos ha tenido, la gran paradoja. Lo de Marmolejo no es lo primero, ni lo último, desde luego, pero sí de lo más rocambolesco, porque ha sido feudo socialista desde el principio de los tiempos. Está claro que al PP de Antonio Manuel Herrera lo cegó su afán de estrenarse en el gobierno de ese pueblo y en el castigo lleva ahora la penitencia. Colocaron de alcalde a Bartolomé Soriano y ahora lloran por las esquinas. Mientras tanto, a mar revuelto, ganancia de pescadores, así que, los socialistas, más felices que Espinete, cantando aquello de “ya lo sabía”… Como es lógico, no quieren ser segundo plato y rechazan la mano tendida de los populares despechados en busca de aliados para una moción de censura. Lo que no es de recibo es que es invoque a la memoria de Cristóbal Relaño, que en paz descanse, en medio de la tormenta política. Llegados a este penoso punto, mucho mejor que no levante la cabeza y, si sirve de algo, ojalá no se cite más su nombre en vano.
Si yo fuera alcaldesa de Marmolejo revitalizaría de una vez por todas el balneario, con unos manantiales que son medicina natural, agua bendita, y podrían hacer del pueblo el destino turístico de lujo que fue el siglo pasado. Que vuelvan los agüistas, aquellos forasteros que tanta fama merecida y alegrías económicas daban a los marmolejeños. Tenemos una auténtica mina y en lugar de explotarla perdemos tiempo y energía en batallitas por el sillón municipal. Las uniones contra natura es lo que tienen. Que suelen salir rana más pronto que tarde. Solución: Que el Ayuntamiento se una al de Andújar. Medida de austeridad y fin de la guerra de guerrillas. ¿Por qué no?
Publicado en la edición del domingo 20 de enero de Diario JAEN en la sección "Pongamos por caso"... "Si yo fuera alcaldesa de Marmolejo"