Quejas por filtraciones de aguas fecales
A pesar de que residen en La Alcantarilla, los vecinos del número 22 de Fuente de don Diego no pueden hacer honor al nombre de su barrio. Y es que más abajo del asfalto por el que discurren a diario los ciudadanos, en las cocheras del edificio que está justo en frente del popular pilar, sus paredes sufren continuas filtraciones. Sin embargo, el agua que cala los muros de la segunda planta del garaje no es precisamente limpia, como la que brota de la fuente de don Diego. Aseguran los vecinos de la comunidad que se trata de aguas fecales, ya que, según les comunicaron técnicos de Aqualia, “posiblemente” el colector esté roto. “Es una tubería muy antigua”, indica un residente del bloque, José Manuel Carrascosa, quien informa de que es más vieja, incluso, que la que discurre por la acera de enfrente. El problema, que ha ido “in crescendo”, ha llegado hasta el punto de que las filtraciones están ennegreciendo la pared de la cochera y el hedor se hace insoportable. “A veces es casi imposible respirar aquí abajo”, apunta Carrascosa, para añadir que el mal olor asciende a las viviendas. “Además, puede ser un peligro para salud”, remarca el vecino.

En este sentido, los residentes se vieron obligados a comunicarlo a Aqualia y al Ayuntamiento. “Ya he mandado varios escritos. Llegó a venir hasta el arquitecto municipal con técnicos de la Gerencia de Urbanismo y nos dijeron que por fuera tendría que estar aislado. Pero el problema está en el colector”, indica Carrascosa.
Aunque saben que están en una zona donde existe mucha agua subterránea, los residentes argumentan que si ello fuera la causa, el olor no sería tan fuerte. De hecho, sufren estas filtraciones desde que se crearon los pisos, hace trece años. “Al principio no salía tanta suciedad, pero con el paso del tiempo ha aumentado”, explica José Manuel Carrascosa. Tras varios intentos de poner freno a la gran y olorosa mancha que crece en las cocheras, y sin contar con el respaldo del seguro, los vecinos no tienen otra opción que limpiar y adecuar el espacio para que no vaya a más. “El canal del suelo lo hemos construido nosotros. También, retiramos la suciedad”, sostiene.