Quedarse tan pancho

En tiempos de crisis, y ante las escasísimas posibilidades de conseguir un empleo, los estudiantes jóvenes —y no tan jóvenes— optan por seguir formándose. Con los nuevos recortes a la caja de la educación, o habría que decir claramente hurtos, regresamos sin retorno al camino del sacrificio.

 

    14 ago 2013 / 10:48 H.

     

    ¿Adivina el lector cuál es el país de la Unión Europea que menos invierte en Educación? Sí, sí, el nuestro. Y el ministro Wert tan pancho. No se trata solo de los brutales recortes en becas, sino del hundimiento general de las condiciones de vida. Estos pobreticos se van a enterar de lo que es trabajar… Al minimizar la prestación pública y potenciar la privada, retrocede el valor de los títulos concedidos por universidades como la de Jaén, que tanto nos está costando sacar adelante con rigor y calidad. Pero tal y como nos tiene acostumbrados, hace unas semanas el señor Fernández de Moya, al que —tirando de estadísticas— la ciudadanía venera, y casi todo el mundo le comprende, menos unos pocos más y yo, cargaba las baterías contra el abandono de Jaén y reclamaba una Facultad de Medicina, promesa de Griñán, y otro motivo del olvido sistemático de la Junta, y blablablá. Me quedo sin palabras, porque instalar en Jaén Medicina es absurdo. Instale otras cosas que ya van sobre raíles, señor alcalde. Nuestra Universidad aspira a afianzar otras titulaciones, antes que embarcarse en una de esas características. Pero que no sea por pedir… y mucho menos por criticar… y sobre todo por quedarse tan pancho.

    Juan Carlos Abril es escritor