Queda crisis para mucho rato

Que no, que la crisis no ha acabado, ni mucho menos. Mientras el Gobierno y sus terminales políticos cantan a los cuatro vientos la buena nueva de que la situación económica comienza a no ser mala. La percepción en la calle, verdadero termómetro de España, es otra, y muy diferente. Más allá de los datos positivos de la macroeconomía, el ciudadano de a pie no acaba de ver claro eso de la tan cacareada recuperación.

    24 may 2014 / 22:00 H.


    En nuestra provincia, a la cola del país en muchos aspectos, la mejor fórmula de sondear el panorama es escuchar al sector oleícola. Me cuenta el dueño de un molino que a él le da que todo empeorará. Su análisis es bien simple. Dice que, a diferencia de años anteriores, en los que los agricultores aguantaban con relativa solvencia el año, en esta ocasión los cosecheros llegan con la lengua fuera y piden, todos sin excepción, su anticipo. Eso —agrega— le complica también a él mucho la cosa, ya que, ante una bancos intratables que mantienen cerrado el grifo del crédito, su única salida es vender el aceite que tiene en las bodegas, al precio que sea, para poder pagar a los cultivadores que le reclaman su dinero. El razonamiento está claro. Si el sector oleícola pasa esas estrecheces, la provincia, que depende de él, tiene por delante un panorama de lo más negro.
    Valeriano Quadri / Jaén