“Que no nos tomen el pelo”

Ramona Galindo Mena / Desde Vilches. Hace ya 22 años fui con otras mujeres fundadora de Albahaca, asociación de mujeres, entonces jóvenes y llenas de ilusión por cambiar los pueblos rurales desde la cultura, el asociacionismo y la participación social. ¡Qué buenos años fueron! Cualquier idea que tuviéramos era apoyada por nuestras delegaciones provinciales y el Ayuntamiento. Todos estos años hemos crecido como mujeres con sus ideas sociales y políticas, cada una desde su pensamiento.

    01 may 2013 / 15:26 H.

    Ahora, esta periodista aficionada, quisiera llegar al pensamiento político andaluz y provincial. Las asociaciones se crearon y en los estatutos siempre se reafirmó no ser políticas de ningún color. Esto con el tiempo y nuestro avance cultural y social ha sido imposible; una de nuestras actividades son analizar la sociedad y su desarrollo. Al principio luchábamos por el derecho a la igualdad, con el tiempo hemos visto que solo nosotras nos la hemos dado. Los hombres, por otro parte, han descubierto que han sido ellos también liberados, que dependían totalmente de las mujeres y ahora tan solo buscan en ellas una compañera, no como una segunda madre, están liberados totalmente como nosotras. Esto marcha. Las asociaciones, en este momento tan complicado en la economía y el paro, tenemos el deber de decir las cosas que a los políticos se les escapa o no les conviene. Me gustaría que en las próximas elecciones y en todos los partidos hubiera listas abiertas, así sería una verdadera democracia. Todos seríamos electores de los partidos y sus componentes. También opinamos que tras tanta corrupción, al encontrar culpables, el dinero robado se volviera a las arcas del Estado, así se podría acabar con tanto “listillo” para hacer de la política una máquina para enriquecerse y trabajar poco. No nos gustaría que en este país y con 6 millones de parados, no hubiera casas de protección oficial y alquileres sociales, tampoco que ardiera media España en verano y no hubiera manos para sembrar y cuidar estos bosques, también jardines secos y pueblos sucios, ancianos solos. Nosotras, las mujeres, opinamos que lo que se reciba de ayudas se devuelva en trabajos a la comunidad, tampoco nos parece bien después de desempeñar cargos políticos, estos sean cargas a las arcas del Estado, la riqueza común ha de ser para mayores, enfermos y parados, no para quienes han cobrado un sueldo en su trabajo y mucho menos algunos privilegios que sabemos, ellos dirán: “señores, economía, para otra boca, no “pa” la mía.
    Me encantaría poder sembrar ilusión en el futuro con algunos cambios pensados sin ningún interés personal, solo me mueve ser de clase humilde y tener mucha gente pasándolo mal a mi alrededor. Creo que con algunas leyes, y pensadas con amor, a la vida esto podría ser mejor. Los mayores sabíamos que tarde o temprano esto pasaría. Para muchos, los andaluces hacemos poco y somos muy subsidiados, no es así, éramos el culo de España y ahora la envidia del mundo en poco tiempo. Políticos y empresarios, trabajad por todo esto, la crisis la vencemos o nos aniquila unos antes y otros después, “ser generosos y listos”. Las mujeres somos más intuitivas, compañeras, estar orgullosas de trabajar como lo estamos haciendo por los hijos, nietos, por la familia, que es la esencia de la vida y la única verdad. Las mujeres tenemos que ser sembradoras de esperanza y alegría en estos tiempos.