Qué esperar si no luchamos
Vi en Facebook un evento sobre una concentración pacífica en la plaza de la Constitución a favor del pueblo palestino, y decidí acudir, por el simple hecho de que sigo sin entender un genocidio de tal calibre y porque la muerte de niños y adultos no tiene sentido en ningún aspecto. Cuando llegué la imagen me hizo sentir una profunda tristeza con respecto a las personas.
Muy poca gente exigiendo el fin de esa matanza absurda. Pero, sinceramente, ¿qué podía esperar? Por alguna extraña razón los españoles estamos acostumbrados a quejarnos de puertas para adentro, en la barra del bar o en el grupillo de amigos.
No somos capaces de tirarnos a la calle para pedir la entrada en prisión de unos políticos corruptos, ni para solicitar el fin de los recortes en lo esencial, tampoco lo hacemos para exigir un cambio de rumbo en un país que necesita el fomento del empleo, la apertura de comedores sociales, la simple ayuda a familias que no llegan al día cinco de cada mes. Si no luchamos por lo que nos afecta día a día, ¿qué esperamos?