Que aparezca ya

La inquietud se entiende, cada día que pasa se complica la búsqueda, pero no hay que ir más allá con las susceptibilidades a flor de piel. Bien, es inmigrante, pero a estas alturas de la película huelga decir, pero hay que decirlo, las condiciones de trabajo, de vida y de hasta de integración social han avanzado años luz en esta provincia. Escuchar que el color de su piel lastra la investigación son palabras mayores y, además, falsas. Los expertos dirán tarde o temprano qué ha sucedido, mejor que sea pronto, pero si el desaparecido fuera de Cuenca no habrían venido tampoco agentes del CSI a poner manos a la obra. Ante eso, paciencia, y si hay algún culpable, que pague sea cual sea su nacionalidad. Semejante argumento es tan elemental que se cae por su propio peso, pero debe quedar claro. Para que no lleguen exaltados de nuevo a reventar manifestaciones pacíficas y pongan en tela de juicio a todos sus compañeros. Hasta la Embajada de Malí tuvo que pedir disculpas por lo que nunca tenía que haber pasado.

Con ese lamentable precedente, hay que evitar que se utilice un caso complicado de resolverse para otro tipo de intereses. Exaltados hay en todas partes y ahora que hay un preaviso, sería de torpes dejar que el asunto degenerara en la calle. Ahí el subdelegado Lillo tiene que estar fino. No digo más. Igual que la Guardia Civil dio el día 6 y está dando desde el principio muestras de profesionalidad incuestionables. La indignación puede entenderse, pero con las formas (las malas) se pierde la razón. Lo del día de Reyes en Villacarrillo no puede volver a repetirse. Y Tidiany tiene que aparecer ya. Eso es lo único que importa. Las personas no se esfuman como fantasmas.
Publicado en la sección "Pongamos por caso. Si yo fuera..." de Diario JAEN el domingo 11 de enero de 2014