"Saludos a Jaén de España"
Video. Todo el proceso del hermanamiento entre la ciudad de Jaén y su homónima Jaén de Bracamoros está recogida y extractada en un vídeo que se proyectó ayer en el Aula Magna durante la presentación del libro coral. Este vídeo constituyó una de las sorpresas del acto y los asistentes pudieron comprobar la gran acogida de los peruanos.
La comitiva jiennense, integrada por Juan Espejo, director de Diario JAEN, y los jefes de sección Ángel González y, de fotografía, Rafael Casas, partió el 14 de julio de 2010, del aeropuerto de Barajas, rumbo al de Lima, con la seguridad del destino, la emoción e incertidumbre de lo desconocido y las camisetas de la selección española que acababa de proclamarse campeona del mundo. Fueron 13 horas de tedioso e interminable viaje, con la mar oceana apuntando hacia el infinito en la línea del horizonte. Una vez en Lima, el comité de hermanamiento entre el Jaén puerto de mar y el de ultramar, se dirigió a Chiclayo, un municipio con mucho trasiego de mototaxis, donde los recibió Andrés Chanafe, de la Asociación Nacional de Periodistas de Perú, quien deseó que con el hermanamiento, “el periodismo de España y de Jaén (Perú) siempre sigan trabajando por la libertad, la paz y el desarrollo”. Una de las visitas más llamativas que hicieron Chiclayo fue al mercado de las Brujas, repleto de curanderos y pócimas curatodo.
La comitiva jiennense fue recibida con un desfile escolar en Lambayeque, con mucho colorido y niños de uniforme formando hileras, que realmente parecía, a su vez, una especie de carnaval.
Tras la escala en Chiclayo los jiennenses del Jaén de aquí se dirigieron a su homónimo de Bracamoros. Seis horas de viaje, como se hace constar en el vídeo, por una carretera asfaltada de baches, para llegar de noche cansados y molidos. Pero, al mal tiempo buena cara. En Jaén de Bracamoros fueron recibidos con una fiesta en el Instituto nacional de Cultura, donde los jiennenses, que allí se denominan jaeno y jaena, bailaron danzas de su mejor folclore ataviados con trajes típicos. A partir de ahí todo fueron parabienes. Las autoridades hicieron recepciones oficiales, con desfiles, izado de banderas, con los jaenos y jaenas volcados con la comitiva jiennense. Los niños y niñas escolares enviaban continuos saludos a las gentes del Jaén del Santo Reino, y las autoridades y profesionales de distintas áreas, enviaban mensajes inequívocos de fortalecer los lazos entre ambas ciudades. Incluso encontraron a un villanovense que lleva 49 años afincado en Lima. Ignacio Frías / Jaén