"No es de azúcar, es de amor"
Desde Jaén. El pasado fin de semana tuvo lugar en la ciudad de Martos el mercado medieval para conmemorar las Fiestas de San Juan; a los pies de su majestuosa peña se daban cita innumerables asociaciones y cofradías que bajo un clima de hermandad y magnifica convivencia, sus representantes que lucían con gracia sus trajes de época, ofrecían desde sus respectivos stand una gran variedad de artículos confeccionados la mayoría por ellos mismos.
Allí estaba también presente el stand de la Asociación Pídeme la Luna, dirigido por nuestra vocal Pili Bermúdez, con la colaboración de Maite y Mari Carmen, ofreciendo la más variada colección de pulseras que Pili y María han hecho con tanta ilusión, preciosas acuarelas pintadas con maestría por María Bernal y nuestro cuento solidario El Águila y el Gorrión cuya autora Marisol Escribano tuvo la oportunidad de dedicar y firmar a innumerables marteños. Bajo un marco incomparable situado sobre el casco antiguo y presidido en estas noches mágicas por la luna y la Torre del Homenaje, ¿cómo iba a faltar la sonrisa de la Virgen de la Villa patrona de la ciudad, cobijando a todos sus hijos con cariño maternal? Desde el primer momento el Ayuntamiento nos abrió sus puertas de par en par facilitándonos todo lo necesario para poder estar presentes tanto en la feria de Aire-arte y ahora en la de San Juan. Pudimos palpar la cercanía y el cariño de todas las autoridades, especialmente: de su alcaldesa Custodia Martos, de la concejala de festejos Raquel Fuentes y de la concejala de la mujer María José Martínez, y la inestimable ayuda de Ascensión Millán del área de desarrollo. Allí estaría también Javier, que desde su emisora nos proporcionaría una ayuda determinante para promocionar nuestro cuento solidario y poder llegar a tantos hogares de Martos
Tampoco podía faltar Carmen Lara, que incansable como siempre, con su arte y maestría inmortalizaría con su cámara a cuestas todos los bonitos momentos vividos estas noches. La Asociación Pídeme la Luna agradece de corazón a la ciudad de Martos su cariño y generosidad, pues si grandiosa es su peña, mucho más lo es el corazón de su gente; y es que la peña de Martos no puede ser de azúcar, es de amor.
Marisol Escribano Olmo