01 sep 2014 / 14:56 H.
Desde hace años, nuestras carreteras han ido mejorando gracias a los avances tecnológicos que han ido apareciendo. Se han modificado socavones, grietas, curvas que estaban muy cerradas, incluso se han llegado a cerrar carreteras antiguas por la creación de otras nuevas, como es el caso de la carretera de Despeñaperros. Pero aún seguimos encontrando puntos negros en las carreteras de España en las cuales miles de personas han perdido la vida por diversos motivos, pero especialmente por este tipo de vía. Se está luchando porque se arreglen estas estructuras que suelen estar en mal estado y llegan a ser un peligro extremo para los circulantes. Pero el problema está en que por mucho que se hagan campañas, ya sea como la de “Ponle freno”, manifestaciones, escritos, firmas, etcétera..., si no hay dinero por medio, es decir, si el Estado no tiene ni un duro, las carreteras seguirán estando igual, sin ningún tipo de modificación, y con el temor de aquellos circulantes que pasen todos los días por esas carreteras, notando un escalofrío por su cuerpo cada vez que pasen por ese punto negro, sin pensar que allí hubo un siniestro. Si el Estado quiere luchar por algo, que evite gastar dinero en cosas que son insignificantes, y velen más por la seguridad del ciudadano, se involucre más por los españoles y empiece a ver cuáles son los puntos más peligrosos que se encuentran en las diferentes localidades de España, para reducir así el número de siniestros, y con ello descienda el número de muertes que se producen en la carretera a lo largo del año.