Puente de Génave queda arrasado tras noventa minutos de tormenta

Francisco Juan Torres / Nuria López / José Rodríguez / Jaén
Puente de Génave es el municipio más damnificado por las fuertes lluvias que, ayer por la tarde, causaron daños en buena parte de la provincia. En el pueblo segureño, donde todavía recuerdan las inundaciones por la terrible crecida del Guadalimar en 2007, sesenta familias han perdido todo. La tormenta dejó 80 litros por metro cuadrado.

    14 ago 2009 / 09:48 H.

    La subida del caudal del Canales y, sobre todo, la crecida del arroyo Peñolite hicieron que, ayer, en Puente de Génave, se reviviera la pesadilla del 22 de mayo de 2007. Entonces, el río Guadalimar, desbordado, destrozó decenas de hogares y obligó a desalojar a unas cien personas. La escena de hace dos años es calcada a la vivida ayer, de nuevo, con vecinos que lo han perdido todo. Los daños de 2007 se centraron en la calle Goya. Ayer, también los hubo en esta vía, aunque en menor medida. La peor parte de las lluvia torrencial que descargó en el municipio serrano se la llevaron en el barrio de Santa Lucía, de donde tuvieron que salir unas sesenta familias, como confirma el alcalde, David Avilés. También quedaron anegadas viviendas en la Avenida de Andalucía y otros lugares del municipio, como la calle Arroyo y la zona del Bulevar o el Parque Jorge Flores. Además, el trafico fue muy complicado en la Nacional 322 y las comunicaciones por autobús se interrumpieron, al quedar anegada la parada.
    Y es que la terrible tormenta descargó, entre las seis menos cuarto y las siete y media de la tarde, unos ochenta litros por metro cuadrado e hizo que el agua alcanzara más de un metro de altura. En ese tiempo, los bomberos de Úbeda y Orcera no pararon ni un segundo de trabajar. Mientras la Guardia Civil y la Policía trataban de tranquilizar y poner a salvo a toda la población. Cuando después del terrible aguacero, muchos por fin pudieron bajar de las terrazas,  se evaluaron los primeros daños, se constató que el municipio, entre otras cuantiosas pérdidas, se había quedado sin agua potable y, así, como confirmó el máximo responsable municipal, continuarán los vecinos, al menos, hasta hoy por la mañana. En cuanto a las casas inundadas, el tiempo para devolverlas a la normalidad no está claro, ni tampoco la reparación de los desperfectos en los equipamientos públicos. El agua, incluso, ha tenido tiempo de destrozar una de las obras previstas en el Plan E, precisamente, una intervención encaminada a evitar crecidas en el arroyo Canales. El dinero gastado en este proyecto, cuyas obras comenzaron hace unos dos meses, está perdido casi por completo. En el anejo de Peñolite, que, al cierre de esta edición, estaba incomunicado, los daños también fueron importantes. El alcalde, David Avilés, confirmó ya ayer que, en vista de los muchos y cuantiosos destrozos, representantes de la Junta y el Gobierno visitarán Puente de Génave para evaluar la situación y comenzar a planificar las ayudas. Entre tanta desgracia, como se consuelan los vecinos, por lo menos nadie resultó herido. A escasa distancia, en La Puerta, también hubo daños en varias calles.
    Aunque Puente de Génave fue el municipio más castigado por la tromba de agua y granizo que sacudió la provincia, no fue el único. En Mancha Real, la JA-3106 quedó casi intransitable por la acumulación de barro y agua. Además, se inundó el garaje de una vivienda, como indicó la alcaldesa, Micaela Martínez. Se vieron afectadas también la A-311, entre Jaén y Andújar, a la altura de Fuerte del Rey. Fuentes del servicio de Emergencias 112 informaron de que se había registrado acumulación de agua y piedras en la carretera que conduce de la capital a Jamilena, a la altura de este municipio, y también acumulación de barro en la A-6204, en Cazorla. En el término de Santiago-Pontones, en el kilómetro 64 de la A-319 cayó un árbol y otro lo hizo en medio de la A-315, a la altura del punto kilométrico 51, en Huesa. En el sur de la provincia, en Valdepeñas, una tormenta descargó 29 litros de agua y granizo por metro cuadrado, en sólo cuarenta minutos, aunque, en una primera estimación, no se contemplan grandes daños en la agricultura. Informa Juan Antonio Cabrera. En Baeza, entró el agua en ocho viviendas en la calle Virgen del Alcázar. Fue necesario que los propios vecinos levantaran la rejilla del desagüe, que desemboca en San Benito, al quedar la tragona atrancada. Somajosa, los Bomberos, Protección Civil y la Policía Local tuvieron que achicar agua, informa Laura Martínez.
    En Los Villares, el arroyo de Las Piedras, de habituales crecidas, volvió a salir ayer del caudal. El agua anegó numerosas fincas de olivar y cerró los accesos a muchas casas de campo. La Policía Local, con la ayuda de una máquina, tuvo que rescatar a muchos de los habitantes de estas viviendas.