Prótesis de silicona potencialmente peligrosas

Alrededor de ochenta jiennenses llevan en sus senos una polémica prótesis PIP que puede ser potencialmente peligrosa para la mujer debido al riesgo que presenta de rasgarse. Los cirujanos plásticos recomiendan que, ante la duda, se acuda a las consultas para comprobar si es necesario extraer los implantes.

    12 ene 2012 / 10:06 H.


    Los profesionales sanitarios consultados por este periódico parten de la base de que es muy difícil fijar con exactitud la cantidad de mujeres que pueden portar prótesis PIP —se ha detectado que se elaboraron con silicona industrial peligrosa para las personas—. La complejidad parte de la base de que en la capital se hace una pequeña parte de este tipo de operaciones y son numerosas las pacientes que se desplazan a clínicas de Granada, Málaga y Sevilla. Sin embargo, fuentes de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Secpre) señalan que, según la estimación realizada por la empresa comercializadora y la distribución por clínicas en España, entre 70 y 90 jiennenses han podido recibir estos implantes.
    El cirujano plástico del Complejo Hospitalario de Jaén, Joaquín Navarro, explica que la Secpre aconseja a las pacientes que tengan sospechas que acudan a la clínica donde se operaron y, en caso de que esta haya cerrado, localicen a un profesional titulado para estudiar si es necesario extraer las prótesis. El especialista tranquiliza a estas ciudadanas y asegura que las prótesis PIP, en sí mismas, no presentan evidencias de que puedan producir cáncer u otras enfermedades. El problema parte de su facilidad para rasgarse y dejar salir el contenido interior, lo que sí puede provocar serios problemas para la salud.
    Este facultativo subraya que ya han llegado a las consultas de la capital mujeres cuyas prótesis se encuentran dentro de la casuística denunciada. En concreto, estas pacientes no recibieron los implantes en la provincia. La Secpre y la Sociedad Internacional de Estética y Cirugía Plástica (Isaps, en sus siglas en inglés), estiman que las operaciones para modificar el tamaño de los pechos es la segunda modalidad más solicitada por las mujeres por detrás de la cirugía facial que incluye, entre otros procedimientos, retoques de párpados, nariz, “lifting”, orejas y otros rellenos o implantes como el de pómulos. Advierten de que ganan terreno las “inyecciones cosméticas”, unos tratamientos que pueden llegan a ser muy perjudiciales para la salud de los pacientes si no se practican por médicos especialistas. Irene Bueno /Jaén