Pronto, los redobles

Muy pronto, los redobles de tambor volverán a inundar las calles elevándose al cielo con el humo del incienso que emergerá entre la filigrana de los turíbulos. Así, las puertas de la Iglesia de Belén y San Roque se abrirán en la capital dando comienzo a la Semana Santa 2013.

    05 mar 2013 / 11:21 H.

    Las trompetas clamarán un secreto incontable, ese que Jaén guarda entre algodones de fe y que solo es descubierto en las balsas de lágrimas contenidas que se asoman a los ojos de los que sí creemos.
    Nuestras calles, pequeño Jerusalén, proveerán de aplausos y emoción a Nuestro Padre Jesús de la Salud a lomos de la borriquilla, para que al caer la tarde del Domingo de Ramos, mágicamente convertida en una noche infinita de siete días, vírgenes y dolorosas bajo palio se contoneen entristecidas con sus rostros acontecidos sobre hombros costaleros, al compás de sones de una primavera a medio soñar y levitando sobre una multitud templada y amorosa, Jaén, siempre Jaén.
    Y cuando llegue la Madrugada, la de la luna clemente, la del Viernes Santo, y el rostro condolido y lastimero de Nuestro Padre Jesús atraviese la puerta del Convento de los Descalzos, el quejido quebrado y enamorado de un anónimo penitente romperá el silencio a la voz de “viva El Abuelo” y será así como la vida se amanecerá en Jaén un año más.
    Sirva de tregua para tan insolentes tiempos, estos que tanto hastío y desesperanza nos están causando. Valgan redobles para acallar tanta falacia y tanto sin sentido, para resucitarnos las ganas y despertarnos en pos de un mundo mejor.
    Sonia J. Tirado