Prolongado corte de suministro en un contador de La Cerradura
Vecinos de La Cerradura lamentan que la reanudación del servicio en el contador eléctrico que surte al edificio multiusos de la pedanía de Pegalajar no haya sido tan rápido como la interrupción del servicio. El Ayuntamiento asegura que el problema se arrastra desde el pasado día 11.

El retraso en el pago de varias facturas es el detonante de quebraderos de cabeza para los vecinos de La Cerradura. Según explica la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Pegalajar, Carolina Hermoso, el 11 de marzo se produjo el precinto del contador eléctrico situado junto al edificio de usos múltiples de la aldea. La edil agrega que en cuanto tuvo conocimiento de lo ocurrido se hicieron las gestiones para realizar el ingreso del dinero, de manera que el 12 se pagaron los alrededor de 400 euros correspondiente a tres facturas con un importe respectivo de 173, 147 y 93.
La responsable municipal indica que la “sorpresa” vino cuando, una vez abonada la deuda, se comprobó que pasaban los días sin que se restableciera el flujo. La política popular precisa que, desde entonces, se ha puesto en conocimiento de la compañía eléctrica lo ocurrido, tanto por teléfono como personalmente. Sin embargo, lamenta que los requerimientos han sido vanos. La concejal desconoce cuándo se restablecerá la normalidad.
Hermoso señala que el Ayuntamiento estudia ir más allá de formalizar una queja oficial, ya que entre las consecuencias se encuentra la pérdida de los alimentos almacenados en un arcón congelador. “No nos entra en la cabeza que esta situación se prolongue tanto tiempo, máxime cuando no se trata de un núcleo aislado, sino de un lugar situado a tan solo diez minutos de Jaén. Por eso creo que no hay excusa”, manifiesta la edil.
En este mismo sentido se pronuncia el pedáneo de La Cerradura, Antonio Pérez. Destaca las consecuencias para los vecinos, ya que en el inmueble se celebran las reuniones, entre ellas las de los regantes, y, además, allí se ofician las misas. Por ese motivo, asegura, el sacerdote se ha visto obligado a adelantar la hora de la celebración litúrgica y la eucaristía, a la que suelen asistir en torno a treinta parroquianos, debe oficiarse sin megafonía ni iluminación artificial.
“Los vecinos estamos indignados. Siempre nos dicen que esto se arreglará mañana o pasado. Nos sentimos engañados”, concluye Antonio Pérez. La Cerradura cuenta con más de un centenar de residentes, cifra que se multiplica durante los meses de verano.
Este periódico contactó con el gabinete de prensa de la compañía, que se remitió a próximos días para ofrecer una detallada explicación acerca de lo ocurrido con el contador público de La Cerradura.