Productos financieros
En el Boletín Oficial del Estado (BOE-A-2015-11932) ha sido publicada la clasificación de productos financieros, relativa a las obligaciones de información y clasificación de productos financieros. En los últimos años, hemos visto los problemas surgidos con la comercialización de las participaciones preferentes y de otros productos, que han dado lugar a un sinfín de reclamaciones y sentencias judiciales, entre las más recientes, se encuentran los préstamos hipotecarios que incluyen las cláusulas suelo. La justicia frecuentemente está condenando a las entidades a devolver los intereses correspondientes, no sólo desde la fecha de reclamación, ya hay sentencias que obligan a devolver todos los intereses devengados y cobrados por estas cláusulas, a pesar de que muchas de las entidades financieras tienen gabinetes jurídicos para evitar que estas situaciones no sucedan.
La complejidad de estos productos está sirviendo para que los abogados se especialicen en estos asuntos y defiendan los derechos de las personas. Sin embargo, lo más sorprendente de todo es, que muchas de estas cosas que ahora se consideran ilegales y abusivas, cuando se pusieron en marcha fueron conocidas por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Estas situaciones han de evitarse porque producen inseguridad jurídica, que perjudica no sólo a las entidades financieras, sino al conjunto de los clientes. Pienso que es a las propias entidades financieras a quienes más les interesa vender productos a las personas adecuadas, y que las condiciones de sus contratos tengan la máxima claridad y sencillez, para evitar que posteriormente se consideren ilegales. Esta clasificación de los productos financieros supone un avance en transparencia, pero no nos engañemos, no será suficiente para que desaparezcan los problemas que con tanta frecuencia afectan a los pequeños clientes.
Plácido Cabrera Ibáñez