Primera final en La Victoria
El Real Jaén afronta esta tarde, a las seis, la primera de sus siete finales por la permanencia con el reto de poner freno al Tenerife y lograr una victoria esencial en sus aspiraciones de salvar la categoría. El equipo de Manolo Herrero, en su peor momento del curso, cuenta con el calor de la grada en la que se presume la mejor entrada de la temporada en La Victoria.

La lluvia de críticas tras el duro golpe de La Romareda escampó con el paso de los días y el ritmo de venta de las entradas invita a pensar en el ambiente de las grandes ocasiones, con cerca de diez mil aficionados en La Victoria. Aseguradas las gargantas, es el momento de los futbolistas. La plantilla del Real Jaén, en su momento más crítico de la temporada, necesita salir del agujero —cinco jornadas sin ganar— para asomar la cabeza del pozo. Habita en la antepenúltima plaza, con 40 puntos, a solo uno de la luz. Enfrente aguarda el Tenerife, enemigo en estado de esplendor y trufado de exjiennenses, desde el banquillo (Álvaro Cervera) hasta la última parcela del césped (Javi Moyano, Íñigo Ros y Edgar). A diferencia de los locales, el cuadro insular, otro recién ascendido, se presenta en La Victoria en la sexta posición, sin agobios por la permanencia y rumbo hacia Primera. Como explicó Herrero en la previa, la presión no es comparable en los dos bandos. “Es mucho más doloroso perder algo que ya tienes”, sentenció el técnico para referirse a los objetivos dispares de ambos conjuntos. El iliturgitano, cuestionado por los últimos resultados, debe improvisar otra alineación debido al amplio número de ausencias. A las ya conocidas de Nino, Álex Cruz y Álvaro Montero, por lesión, se suma la del único lateral izquierdo específico, Nando, sancionado por acumulación de tarjetas. Para elevar el nivel de dificultad, Servando también se ausenta por unas molestias en el tobillo. Óscar Quesada, la otra incógnita semanal, sí entrenó con normalidad y está disponible. En la acera rival, Cervera no incluyó en la lista a Cristo y Suso, bajas por lesión que no disuelven la concentración de talento visitante, con un ataque formado por Ayoze, Edgar y Aridane. Falta comprobar si se impone la calidad del tridente insular o el corazón del Real Jaén, que hoy comparte latido con diez mil almas en la primera final en La Victoria.