'Prima Cohorte' organiza un torneo nacional de recreación de batallas
Recrear batallas es como ver una película de acción o jugar a las cartas, pero requiere inteligencia y habilidad para terminar una partida digna. La asociación Prima Cohorte celebró un encuentro en el que aficionados de todo el país olvidaron sus conflictos para sumergirse en otros, pero ficticios. Jugar es comunicación y expresión.

Una acción ligada a la superación y al reto, en el caso de juegos que requieren cualidades físicas o hazañas mentales, y, a veces, se basa en el intercambio de roles, como cuando un niño utiliza un muñeco, alguien juega a los videojuegos o escribe una novela. Pueden suceder ambas cosas. El objetivo es divertirse y por ello se reduce o incrementa el nivel de sofisticación de la acción para que sea del agrado de quien lo practica y así se puede disfrutar de él en cualquier contexto y a cualquier edad.
Las recreaciones de batallas son juegos de gran complejidad. Mezclan rol, habilidad artística, azar y estrategia y, siempre, suponen un reto para quien lo practica. Jaén cuenta con dos asociaciones que procuran y fomentan encuentros entre jugadores más o menos avezados en estas prácticas, que consisten en conquistar a un oponente sobre un terreno de batalla. “La sombra y la llama”, especializada en Warhammer y ejércitos de fantasía, realiza encuentros nacionales desde hace años en la capital, el último junto con el Club Slot. También se dedica a este menester “Prima Cohorte”, un colectivo más especializado en la recreación de batallas históricas que ayer celebró un encuentro nacional en su sede de la capital, al que asistieron participantes de Navarra o Segovia, entre otros territorios lejanos. La ambientación de las batallas que se libraron por la tarde se refería a la Antigüedad, según explicó el secretario del colectivo, Fernando Sanz.
Nuria Fernández /Jaén
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