Prepararse para el cambio

Gerardo Hernández Zorroza /Desde Vizcaya. Hablaba el otro día con un amigo sobre posibles alternativas a la hora de gestionar esta sociedad y me comentaba que estaba ya todo inventado, que la democracia de partidos es el menos malo de los sistemas y que no debiera cambiarse de modelo so riesgo de derivar en fascismo.

    22 may 2012 / 11:03 H.

    Si nos atenemos a los viejos esquemas, competitivos, de lucha y basados en la “ley del más fuerte” cabría entender que eso es así, pero también es cierto que la gente podemos cambiar, estamos cambiando imperceptiblemente y que se puede aspirar a deponer poco a poco la egolatría que nos domina y evolucionar a un modelo más colaboracionista, mucho más de acuerdo a nuestra auténtica realidad interna. Entiendo que debiera promoverse esta trasformación social y asentarse esta en ese cambio de comprensión de cada uno que deseche esos viejos métodos que, si lo analizan bien, están en la base de todos nuestros problemas y miserias. Se cuenta que una anciana sabia estaba buscando un día una aguja en plena calle y la gente se paraba a ayudarle preguntándole donde la había perdido, a lo cual esta contestaba que en el interior de su casa, pero que allí no había luz, sino fuera ¡Está usted loca!, le decían los vecinos, si la ha perdido dentro tendrá que buscarla allí, ¿no cree?, a lo que ella contestaba: más locos estáis vosotros que buscáis en la faceta social, lo que no encontráis en la personal: referentes que os aporten luz y sentido a vuestra creciente confusión y vacío. Para terminar decir que el cambio interno requiere limpiar primero nuestro interior de tanta basura acumulada y poner nuestras cosas en orden, para poder después liberarnos de tantas cargas mentales que soportamos, absurdas y ajenas a nosotros.