Preparados para la guasa y el cachondeo

Irene Bueno
Don Carnal ya se aproxima con todos sus excesos. Entre lo profano y lo religioso, el Carnaval abre un paréntesis en el calendario de los rigores invernales para la guasa, el cachondeo y la capacidad de reírse de uno mismo y de lo que nos rodea.

    01 feb 2009 / 11:53 H.

    Sin embargo, estas jornadas previas al tradicional “Domingo de Carnaval” son sólo la recta final a varios meses de preparación para miles de personas que, desde la provincia de Jaén, tratan de dar relieve a una celebración que no siempre ha contado con el beneplácito de los encargados de gobernar al pueblo. Y es que, eso de que a uno le digan las verdades a la cara, aunque sea de soslayo, no es plato de gusto para nadie.   
    Cuando el próximo viernes, 13 de febrero, a las ocho menos cuarto de la tarde, se enciendan los focos del Teatro Darymelia y aparezca en escena la chirigota “Lo que sobra de la obra”, la suerte ya estará echada. Lo que queda es defender a ultranza el “tipo” y las letrillas que, durante meses, las diecisiete agrupaciones inscritas en el concurso oficial de la capital han trabajo y perfilado. 
    La segunda en actuar será la también chirigota “Salón de belleza Borja Mari.com”. Nombre con el que concurre en esta edición la agrupación bailenense “Peña los ratones coloraos”, que el año pasado ya logró en la capital el puesto de plata en su primera comparencia ante el público jiennense. Antonio Villarejo, “Antoñillo”, es el director de este grupo que adoptó su forma actual en el año 2003, aunque algunos miembros tienen ya a sus espaldas más de dos décadas de máscaras. 
    Estos estilistas con ciertas “maneras” propondrán una mirada crítica a los estereotipos y una reflexión desde el humor y la ironía. Como embajadores de Carnaval jiennense han dejado el nombre muy alto en provincias como Toledo. Además, son asiduos de varios certámenes locales como, Villanueva del Arzobispo, Martos o Linares, siempre intentando conjugar las fechas y los horarios. Cada año, igual que otras agrupaciones, graban un disco con las coplillas que incluyen en su repertorio y, con la venta, además de financiar el soporte en sí, obtienen un poco de dinero para costear los desplazamientos, reponer instrumentos o realizar algún gasto extra para el disfraz. Y es que, en la provincia de Jaén, el Carnaval es, sobre todo, muy artesanal. Los integrantes de las propias agrupaciones son los encargados de elaborar la música, crear las letras, diseñar los trajes y coserlos, al tiempo que eligen los “aderezos” más adecuados. Aún así, según Andrés Ruiz Domingo, de la asociación “Los del 3x4”, poner una comparsa en la calle puede costar alrededor de 3.000 euros. Algo más barata resulta la chirigota que, con poco más de la mitad, se puede equipar de una manera digna. Esto se debe a que la comparsa es más seria y sus trajes deben ser más cuidados.
    Por su parte, Alberto Rueda Torres, presidente de la Asociación Cultural, “El Revuelo” que este año pone en escena dos grupos, asegura que es más fácil componer los pasodobles de las comparsas, porque hablar de lo serio, lo cercano, los sentimientos, es algo más sencillo. Sin embargo, rompe una lanza en favor del humor y recuerda que, en esta edición, se da la circunstancia de que actuarán doce chirigotas y cinco comparsas. De esta manera, en su opinión, se demuestra que no es cierto que el Carnaval de Jaén sea triste y melancólico.
    Unas circunstancias muy especiales vivirán, este año, los integrantes de la agrupación “Los eros” de Úbeda. Este veterano grupo actuará, sin entrar en concurso, en la final de las agrupaciones. El motivo es que se cumple el 25 aniversario desde que se celebrara el primer Carnaval del municipio ubetense y no podía faltar un grupo que ha sido referente para muchos otros que han aparecido en estos años. De hecho, llegaron a bautizarlo como la “chiricomparsa”, porque no se podía encuadrar en ninguna de las dos categorías. Su portavoz, Eduardo Perales, asegura que les hace una gran ilusión volver a subir a las tablas del Teatro Ideal Cinema. En alusión a su dilatada trayectoria cada miembro del grupo llevará un traje de los que han lucido durante los años en los que han participado: los cocheros, los pintureros, los maceros, los escoceros... Siempre con el denominador común de que todos acababan en “eros”.
    Además, entonarán un popurrí de sus mejores coplillas, algunas de ellas tan actuales como hace dos décadas. Este es el caso de la que dedicaban al cierre de la iglesia de San María, que está todavía sin reformar, o la torre del hospital, que continúa sin terminar.
    Desde el día 13 y hasta el día 15, los amantes y aficionados al Carnaval tienen una cita con las semifinales de la capital. Además de las diecisiete agrupaciones inscritas en la final (el día 21), actuará fuera de concurso el chiricoro “Los Goya”. Para Alberto Rueda, llegar a la final es un premio, pero más aún, tener la oportunidad de actuar en el Nuevo Teatro Infanta Leonor, donde se celebrará esta última fase. Mientras, el Carnaval correrá como la pólvora por toda la ciudad y pasodobles y cuplés llegarán desde el Parque de la Victoria hasta la Plaza de Santa María.



    La leyenda del Lagarto

    Cristóbal Orihuela confeccionó, en 1983, el primer lagarto que hizo el pasacalles de inauguración del Carnaval. Fue un trabajo artesanal y recuerda su autor, a modo de anécdota, que era tal la expectación que había con la nueva celebración que le “miraron con lupa” las facturas con las que justificaba todos los gastos que había tenido para realizar aquella pieza. En los últimos 26 años, la Leyenda del Lagarto de La Magdalena se ha utilizado para anunciar la Feria de San Lucas, para acompañar a los Reyes Magos en su desfile del día 6 de enero e, incluso, como anticipo a la Fiestas de la Virgen de la Capilla.
    De esta manera, el Lagarto se convirtió en la máscara, por excelencia, para anunciar cualquier festividad en la capital. A lo largo del siglo pasado, fueron numerosas las representaciones de este temido animal. Cabe destacar, en los años 60 y 70, los esfuerzos por recuperar la tradición de los hermanos Senise Colmenero. Años más tarde, Orihuela retomó la idea y, en las últimas casi tres décadas, ha representando más de ocho lagartos diferentes. En la actualidad es un espectáculo que conjuga la magia, la música y la pirotecnia. El antiguo lagarto (en la imagen de la izquierda) ha dado paso a otras reproducciones mucho menos pesadas y más próximas a la tradición de la representación de los dragones chinos. Sin embargo, todas ellas hacen referencia a aquella leyenda que habla de una temible fiera que habitaba los raudales de La Magdalena y que, para saciar su voraz hambre, devoraba ganados y hasta vecinos. Fue un joven valiente el que, con astucia y picardía, engañó a tan terrible feria y lo hizo explotar por los aires. Existen hasta tres versiones diferentes de lo que pudo acontecer. 



    La leyenda del duende de La Magdalena

    Había oído la Leyenda del duende de La Magdalena de su madre, de su abuela y de sus vecinas más ancianas. Cristóbal Orihuela no se resistió a poner en escena como pasacalles que anticipa las fiestas del Carnaval: Cuenta la leyenda que cierto duende andaba escondido en el desván de una casa jaenera situada en La Magdalena, dicha casa estaba habitaba por una tranquila familia. El duende se encariñó con sus moradores. Primero hacías las tareas de la casa a escondidas, pero se cansó. Empezó a holgazanear, pero hasta de eso se cansó y empezó a cometer diabluras, desorganizando la casa, tirando y cambiándolo todo de sitio. La situación se hizo insostenible y decidieron abandonar la casa y dejar atrás los sustos y sobresaltos. Cuando estaban realizando la mudanza (como refleja la imagen sobre estas líneas), cargando ya el último porte y dirigiéndose hacia su nueva vivienda, empezaron a sentir cosas extrañas a su alrededor por todo el camino. Por un momento empezaron a pensar otra vez en la casa y creyeron que podía ser un reflejo de lo vivido y no le dieron importancia, pero al recordarla de nuevo, el marido dijo: “¡No nos habremos dejado nada allí!”. Y la mujer respondió: “¿Tu crees que falta algo?”. Y dicho esto apareció de entre los bultos y demás bártulos un duende gritando jocosamente: “¡Tira p´alante que acá estamos todos!”.



    Letrillas como gracia

    Las letrillas de las composiciones que las agrupaciones estrenarán este año son el secreto mejor guardado. Del impacto que estas causen, unidos a las puesta en escena, lo que se denomina “tipo”, depende, en buena parte, la aceptación del público. Además, los grupos son muy recelosos de que unos se puedan pisar a otros, si conocen más detalles antes de tiempo. Sin embargo, este periódico ha podido conocer “por donde irán los tiros” en los cuplés y pasodobles.

    Jaén y los jiennenses
    Será más de uno el pasodoble que haga una reflexión sobre Jaén y los jiennenses. En concreto, algunos reprenderán a sus vecinos por su pasotismo y su falta de iniciativa. Al mismo tiempo, los animarán a que se pongan en marcha y que trabajen por ubicar a Jaén en el lugar que le corresponde. Esto se puede conjugar con alguna pincelada nostálgica.

    Los funcionarios del Ayuntamiento

    Los cuplés dan juego para abordar, de manera distendida e irónica, el trabajo de los funcionarios del Ayuntamiento. Siempre desde la perspectiva del estereotipo de lo que supone la labor que desempeñan.

    La crisis
    La crisis económica es el asunto más recurrente de este año. De manera más irónica (en los cuplés) o más seria y reflexiva (en los pasodobles), los autores de las letras no han dejado pasar la oportunidad de hacer referencia a lo complicada que está la situación económica y cómo esto afecta al bolsillo de los ciudadanos de a pie.

    La homosexualidad

    Desde su perspectiva más divertida, la parodia de la homosexualidad se aborda desde el respeto, pero con esa chispa con la que se tratan los asuntos que, todavía, parecen que entrañan cierta diferencia. Tanto en disfraces como en coplillas, aspectos como este, unidos a otros en los que se habla de sexo, sin llegar a hacerlo de manera explícita, son los que suelen tener un mayor calado y aceptación entre el público.

    La duquesa de Alba y Paquirrín

    Las personas que ocupan las portadas de las revistas y de los programas del corazón son otros de los argumentos más comunes en las composiciones carnavalescas. Los amores y desamores de estos dos personajes, junto con la trayectoria y todas las vinculaciones que tienen que, además, son conocidas por todo el mundo, hacen que sean un apropiado caldo de cultivo para cualquier cuplé.

    Reírse de uno mismo
    Para participar en una chirigota o una comparsa es necesario que también se tenga capacidad para reírse de uno mismo y esto se refleja en buena parte de las letras.