Preocupación por el descenso de la edad de consumo de alcohol
“Hoy recibimos a los jóvenes que hace siete y ocho años empezaron con los botellones”. Asociaciones como AJAR constatan el descenso de la edad media de consumo de alcohol, que cifran entre 14 y 16 años. Por eso, rechazan la celebración de macrobotellones como el del próximo jueves.

Solo hay que hacer una comparativa de las memorias de atención del Centro Provincial de Drogodependencia para comprobar que los jóvenes jiennenses cada vez consumen a más temprana edad. El último informe —2012— estima que los hombres toman su primera copa a los 16, mientras que las mujeres lo hacen a los 21. En 2008, este ratio estaba justo en los 18, en la mayoría de edad. Pero lo que dicen los datos “oficiales”, que recogen las atenciones sociosanitarias en la provincia, se queda corto para la realidad que se viven en las organizaciones.
Juan José Araque es presidente y secretario de la Asociación Jiennense de Alcohólicos Rehabilitados. Sabe a la perfección de lo que habla, porque lo ha atravesado, y todavía lo hace, en primera persona. “Hoy recibimos a gente que consumía en los primeros botellones de hace 8 o 10 años”, explica, muy preocupado. Entiende que beber alcohol es algo normalizado en la sociedad, pero siempre tiene en la mente la expresión “consumo responsable”. Como padre que es, lanza un mensaje a sus iguales. Ellos tienen un papel fundamental en la educación de sus hijos sobre este aspecto y a ellos se dirigen buena parte de los esfuerzos. Porque Juan José Araque no se preocupa solo por el alcohol. Denuncia que los jóvenes que acuden a la asociación —actualmente atiende a unos 150 usuarios entre drogodependientes y familiares— lo hacen con policonsumo, son adictos a productos como el cannabis, marihuana o cocaína. “Cuando vienen con dos o tres adiciones el problema ya es más difícil de atajar, porque nunca llegan a limpiarse del todo”.
Esta misma casuística la detecta la Asociación Vive Libre, que actualmente trabaja con unos 50 alcohólicos. Su presidente, Manuel Llavero, es contundente en sus opiniones: “Los niños de 13 y 14 años no van a los botellones pero sí se comportan por imitación. Se reúnen en los barrios o en los alrededores de las pistas deportivas para consumir, lo que es muy alarmante”. En su caso, no trata con usuarios tan jóvenes en su día a día, pero sí con sus padres, porque son los que acuden a la sede para asesorarse al detectar problemas con sus hijos. Ante tal panorama, Llavero es tajante frente a eventos como el que se desarrollará en la capital el próximo jueves. “Estamos totalmente en desacuerdo con que desde las administraciones den legalidad a los macrobotellones, a las fiestas de la primavera, consistiendo el consumo abusivo y masivo de alcohol y droga”, denuncia. Especialmente crítico se muestra con el Ayuntamiento y con la Mesa de la Juventud, que fijó la fecha de la celebración. Se queja de que en esa reunión no estuvieron presentes los agentes sociales como las asociaciones de alcohólicos rehabilitados, que juegan un papel importante.
Y mientras tanto, miles de jóvenes de la provincia están ansiosos, como demuestran a través de las redes sociales, por que llegue el jueves y el ferial vuelva a convertirse en una gran fiesta para recibir a la primavera.