Preocupación internacional ante la escalada de tensión en Irán

Ya hay una víctima mortal, según ha trascendido a pesar del control informativo, en las multitudinarias manifestaciones que se suceden en Teherán en protesta por el supuesto pucherazo de las elecciones y en apoyo a  Musaví; el líder opositor que ya ha pedido la repetición de los polémicos comicios del pasado viernes en el país y que ha tomado parte activa colocándose a la cabeza de una de las manifestaciones.

    16 jun 2009 / 14:17 H.

    Desde el ministerio del Interior se le advirtió que sería responsable directo de lo que ocurriese en un acto que había sido vetado por el Ejecutivo, pero pese a todo, siguió adelante en un desafío al Gobierno de Ahmadineyad. Las evidencias de fraude son más que evidentes, según se denuncia desde la oposición iraní, pero la comunidad internacional aún no ha sentenciado nada oficial a este respecto. La preocupación sí que es evidente y desde los países democráticos se alza la voz para exigir respuestas claras sobre la transparencia del escrutinio. Incluso desde la Casa Blanca, que no sostiene relaciones bilaterales con este país desde hace más de un cuarto de siglo, se ha hecho pública la inquietud por la inestabilidad social generada y lo que ello implica en los países del entorno.
    En un mundo globalizado como en el que vivimos, cualquier problema afecta a todos, aunque los separen miles de kilómetros. Precisamente por eso, la olla a presión en la que se ha convertido Irán después de los últimos comicios, obliga a una reflexión de los mandatarios del planeta con capacidad de decisión para intentar aplacar ánimos y reconducir la situación, en la medida de lo posible, antes de que haya que lamentar más muertes. En cualquier caso, no es de recibo que en este clima se expulse del país a informadores extranjeros, en un evidente intento de acallar a la prensa internacional allí desplazada y, desde luego, en un indignante veto al derecho a la información veraz que todo ciudadano posee.