Preocupación entre los vecinos de Villargordo por los continuos robos
Un coche que 'desaparece', otro al que le roban las cuatro ruedas, una persona a la que le preguntan por la gasolinera y le dan un tirón de su cordón de oro y supuestas estafas en la revisión del gas. Son algunos de los hechos que se dan en los últimos días en Villargordo y que tienen en alerta a los vecinos.
“Lo dejé aparcado en la puerta de mi casa y, cuando fui a cogerlo por la mañana, ya no estaba”. Es el testimonio de Francisco Cañas, un vecino de Villargordo al que le robaron su coche en el viernes de madrugada. “Durante el transcurso de la noche no escuché ningún ruido, ya que lo hicieron todo silenciosamente”, aseguró Cañas. Así, después de dar parte a los agentes de la Guardia Civil, el vehículo fue localizado, el viernes por la mañana, en el barrio jiennense del Puente Tablas, aunque finalmente fue devuelto a su propietario, quien explicó que, después de observarlo detalladamente, vio que no sustrajeron nada del interior del vehículo, sino que tan solo tuvo que reparar “algunos desperfectos”.
De este modo crece la preocupación en el municipio ante varios sucesos no habituales en términos tan pequeños. Los vecinos de Villargordo también comentaron que, en esa misma noche, a una mujer le robaron las cuatro ruedas del coche y se lo dejaron colocado en cuatro bloques de obra. No es el único caso que ocurre en estos días; y es que en la última semana varios robos y estafas se sucedieron en la zona. Al parecer, se aprovecha la confianza que existe en los pueblos pequeños y, ante este hecho, los cacos toman Villargordo como lugar para hacerse con sus botines.
Otro vecino, A. C. C., comentó que salía a tirar la basura —como hace cada noche— y que, cuando regresaba, un vehículo en el que viajaban dos personas jóvenes, acompañados de dos niños pequeños, se paró en la puerta de su domicilio para preguntarle dónde se encontraba la gasolinera del pueblo. “Me acerqué para darle la información y la chica que viajaba de copiloto abrió la puerta. Mientras se lo indicaba me pegó un tirón del cordón de oro que llevaba al cuello”, declaró A. C. C. a este periódico. La víctima precisó que los ocupantes del vehículo tenían, al parecer, rasgos sudamericanos, pero que hablaban en un castellano perfecto.
Por otra parte, la pasada semana los actos vandálicos no ocurrieron únicamente por la noche o durante la madrugada, sino que también acontecieron a plena luz del día. Por ejemplo, un grupo de jóvenes paseaba por las calles del municipio y visitaba la mayoría de los domicilios con la finalidad de revisar la instalación del gas. Las empresas que abastecen a este pueblo no lo habían puesto previamente en conocimiento de los usuarios, por lo que se puede tratar de una supuesta estafa. MANUEL MARTOS / VILLATORRES