Premio Nobel de la Paz por el derecho a la educación

La activista paquistaní Malala Yousafzay y el activista indio Kailash Satyarthi fueron galardonados con el Nobel de la Paz 2014 “por su lucha contra la opresión de los niños y de los jóvenes y por el derecho de todos los menores a la educación”, según anunció, en Oslo, el Comité Nobel Noruego. “Los niños deben ir a la escuela y no ser explotados financieramente”, defendió el Comité Nobel, para subrayar: “En los países pobres, el 60 por ciento de la población actual tiene menos de 25 años”.

    11 oct 2014 / 09:17 H.


    Para que haya un desarrollo global pacífico deben respetarse los derechos de niños y jóvenes, argumentó el Comité desde Oslo, con el objetivo de justificar, así, el galardón concedido a los dos activistas del subcontinente indio. En el caso de Satyarthi, resaltó que mostrando “gran valor personal” y siguiendo la tradición de Gandhi, lideró varias formas de protesta y manifestación, todas pacíficas, para centrarse en la grave explotación de los niños con el fin de obtener beneficios financieros. “Asimismo, ha contribuido al desarrollo de importantes convenciones internacionales sobre los derechos de los niños”, manifestó el Comité Nobel Noruego.
    En cuanto a Malala, “pese a su juventud”, lleva años luchando “por el derecho de las niñas a la educación”. Por otro lado, resaltaron que ha mostrado con, su ejemplo, que los niños y los jóvenes también pueden contribuir a mejorar sus propias situaciones. Además, manifestó el Comité Nobel, “lo ha hecho bajo las más peligrosas circunstancias”. “Mediante su lucha heroica se ha convertido en una destacada portavoz de los derechos de las niñas a la educación”, añadió.
    Por otra parte, según explicó el organismo al realizar el anuncio el presidente del Comité Nobel Noruego, Thorbjon Jagland, se ha considerado “un punto importante” que un hindú y una musulmana, un indio y una paquistaní, se unan en la lucha común por la educación y contra el extremismo.
    Los representantes del Comité resaltaron que, gracias a la lucha de otras personas e instituciones, hay 78 millones menos de niños que trabajan en el mundo en el año 2000, también dejaron claro que, todavía, hay 168 millones. En este sentido el Comité Nobel Noruego incidió en que la lucha contra la opresión y por los derechos de los niños y adolescentes contribuye a la realización de la “fraternidad entre naciones” que Alfred Nobel menciona en su testamento como uno de los criterios que hay que tener en cuenta para conseguir el Nobel de la Paz.