Por un gobierno de concordia nacional
Nicolás Galisteo Padilla desde Úbeda. Ante la brutal crisis política social y económica por la que atraviesa nuestro querido país, donde ha llegado a unos niveles de corrupción por los que jamás pasó en nuestra historia más contemporánea y reciente está sumida nuestra nación, bajo mi punto de vista personal lo que necesita España en estos momentos es un nuevo Gobierno para que despegue nuestro país económicamente y se vuelva a tener confianza, tanto el empresariado interno como externo e inversores, para crear de nuevo el respeto que merece.
Todo ello con el único objetivo de crear empleo estable para los trabajadores, y como no sin olvidarnos de la juventud, que son el presente y el fututo de nuestra nación, sin ellos jamás podremos construir una gran acción. Para poder alcanzar dichos objetivos no hay más salida de que haya un Gobierno fuerte con el poder real de la economía y monetaria en sus manos y no en la banca, para abordar con garantías dichos retos tan cruciales e importantes para la buena marcha de España. Y de esta forma se podrá mantener con firmeza el sostenimiento de los pilares básicos que sustentan una nación. El primer paso es que el actual Gobierno de la nación dimita o sea cesado por la jefatura del estado. El segundo paso disolver las Cortes Generales y convocar elecciones generales para que los ciudadanos elijamos libremente y democráticamente a diputados y senadores mediante listas abiertas. Tercero, los miembros del Gobierno de la nación, los deben de elegir el Consejo de Estado, a personas independientes que no estén adscritas ni vinculadas a ninguna formación política, personas con valía personal y con una formación intelectual fuera de toda duda, y lo más importante, que sean personas con una gran dosis de humanidad y fieles defensores de los españoles y de España. De esta forma creo que se podrá dar confianza y estabilidad política a nuestro país, tan necesaria en estos momentos que corren, para que se vuelva a generar confianza e ilusión de los ciudadanos en el poder político, tan desprestigiado y corrompido (no generalizo, todos no son iguales). España, de esta manera podrá tener la oportunidad para poder confiar y creer en ella y sus gobernantes.