Por tierra y aire contra el fuego
La situación del incendio de Quesada preocupa por su avance sin control durante días, ante la frustración de todo el operativo de extinción que se ve impotente ante la voracidad de las llamas. Luchan, además, contra los elementos. No se trata solo de extinguir las llamas, sino de enfrentarse a condiciones climatológicas adversas, que se alían con el fuego y dificultan las ya de por sí complicadas tareas en pleno monte. Son ya quinientos personas, además de diecisiete medios aéreos, los que se encuentran en la zona para intentar frenar la catástrofe, con el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se afana en levantar un contrafuego de más de cien metros que sea capaz de parar las llamas, pero todavía sin éxito. Veintiséis familias han tenido que ser desalojadas de sus viviendas, de manera preventiva, ante la cercanía del incendio, pero es de esperar que puedan regresar pronto y que sus hogares no sufran daños.
El principal problema radica en que las llamas han entrado ya en suelo abrupto, de manera que las labores sobre el terreno se dificultan sobremanera, con lugares de acceso imposible a pie y en los que los medios aéreos apenas pueden acercarse tampoco, con el handicap de que no solo hay un frente activo contra el que luchar, sino varios.
Al menos, en la parte positiva, es importante que el que se declaró en Los Yegüerizos, en La Puerta de Segura, se dé ya por controlado y solo resten las tareas de enfriamiento y refresco para darlo por controlado por completo, aunque se hayan visto afectadas noventa hectáreas de terreno. Ahora, solo cabe esperar que la climatología juegue a favor del amplio operativo desplegado para acabar también con la pesadilla en Huesa y Quesada.
El principal problema radica en que las llamas han entrado ya en suelo abrupto, de manera que las labores sobre el terreno se dificultan sobremanera, con lugares de acceso imposible a pie y en los que los medios aéreos apenas pueden acercarse tampoco, con el handicap de que no solo hay un frente activo contra el que luchar, sino varios.
Al menos, en la parte positiva, es importante que el que se declaró en Los Yegüerizos, en La Puerta de Segura, se dé ya por controlado y solo resten las tareas de enfriamiento y refresco para darlo por controlado por completo, aunque se hayan visto afectadas noventa hectáreas de terreno. Ahora, solo cabe esperar que la climatología juegue a favor del amplio operativo desplegado para acabar también con la pesadilla en Huesa y Quesada.