Políticos de importación

La cosa es que debe ser realmente difícil. Con la cantidad de políticos que hay en todos los partidos de todos los países del mundo y, a la hora de elegir uno en condiciones para desempeñar un cargo de auténtica responsabilidad y altura, cuesta lo suyo encontrar a uno que dé la medida. Es más, hay partidos que ni los encuentran. Ahí tienen al Partido Socialista que anda metido en el dilema de encontrar a un líder que pueda optar al Gobierno de España, o al Partido Popular, que todavía no ha sido capaz de designar el candidato a las elecciones de Europa. Se ve que lo que priva en la clase política es la cantidad y nadie le echa cuentas a la calidad. Y es que se exige tan poquito para optar a un cargo político en este país nuestro que todo el mundo que lo intenta aprueba la asignatura. Bien visto es el único oficio que tiene porvenir a poco que no sea uno muy exigente ni delicado con las circunstancias. Pero no crean que esto sucede solamente en España. En Francia también parece que escasean los líderes autóctonos y tienen que recurrir a políticos de fuera. Acabamos de saber que Hollande ha postulado como primer ministro francés a Manuel Valls, un catalán que, eso sí, lleva muchos años residiendo en territorio francés. Manuel Valls un hombre joven y con ganas de combatir, ya es primer ministro con casi el total beneplácito de los franceses. Casi al mismo tiempo, una gaditana nacida en San Fernando, Anne Hidalgo, acaba de ser nombrada alcaldesa de París, convirtiéndose en la primera mujer que ocupa este importante cargo en la ciudad parisina. Y es que hace tiempo ya que se nos van yendo los mejores, aunque no en la cantidad que emigran ahora por esto del paro endémico. Ea, y aquí se quedan los de siempre, los que encuentran un acomodo fácil que no sueltan ni dándole con un martillo en el codo. Los cargos políticos de ahora son como los trajes de comunión de mis años infantiles. Servían para todos los vástagos de la familia y jamás se desechaba. La mayoría, después de muchos años, llegaban a seguir siendo útiles como trapos para la limpieza. Casi todos aspiran a la perpetuidad, camuflados entre el pelotón, en el que es difícil después encontrar a uno realmente capaz de asumir serias responsabilidades para bien del país.

Chascarrillo

Mal oído
—Las autoridades de Jaén siguen intentando hablar con la Junta sobre el Conservatorio de Música. —Sí, y en la Junta de Andalucía dicen que eso del Conservatorio de Música no les “suena” nada.