01 jun 2015 / 10:45 H.
El Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) correspondiente al presente ejercicio llegará este año con sorpresas. El Ayuntamiento tiene previsto ingresar en sus maltrechas arcas 26,5 millones de euros, 3 más que hace un año. El incremento, estimado en un 10 por ciento, se produce como consecuencia de la revisión catastral que el equipo de Gobierno local solicitó al Ministerio de Hacienda y que este incorporó en la normativa complementaria a la Ley de Presupuestos del Estado para 2015. Las críticas a la gestión realizada al respecto tienen dos direcciones. La primera, el retraso en el cobro, que no tiene otra justificación que la cita electoral, por más que haya quienes consideren que la medida se tomó, precisamente, pensando en los ciudadanos. La oposición denuncia que el Ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular —ahora en funciones—, pospuso la remesa del primer pago para que la subida de esta popular tasa no tuviera su coste en las urnas. Sin embargo, el equipo que gobierna asegura que lo hizo para hacerla coincidir con el cobro de la paga extraordinaria de los jiennenses. La segunda crítica, el incremento de los precios, que se suma a otro aumento del 10 por ciento que ya se aprobó en 2012 y a la rebaja del 2,5 por ciento de la bonificación a los contribuyentes que tienen el pago domiciliado. Ni que decir tiene que los jiennenses notarán, de forma significativa, en sus bolsillos una revisión catastral en tiempos extremadamente complicados para cientos de familias. Habrá que ver si el Ayuntamiento articula medidas para quienes no tienen recursos suficientes para abonar la cantidad correspondiente. La polémica está servida en bandeja.