Podemos, ganemos, juguemos

El movimiento 15-M aglutinó mucha desafección hacia las políticas y los políticos que no consiguieron hacer frente a la explosión de la crisis financiera y al estallido de la burbuja inmobiliaria del ladrillo. Después llegó el PP y con la excusa de la crisis nos está quitando muchos derechos. Ahora algunos que se aprovechan de esa indignación social están jugando con las tácticas más viejas de la política trasnochada: “Me presento, no me presento, a ver lo que más me interesa a mi”. Desde Podemos se debaten entre: Si me presento y tengo malos resultados en la municipales, me desgasta para las generales, que es lo que importa a la cúpula de Madrid de Podemos. Si no me presento con Podemos y lo hago con marca blanca como Ganemos, puede salir bien o mal. Si sale bien, me cuelgo la medalla. Si sale mal, han sido otros los que se dan el batacazo. Dar un paso al frente para dedicarse en exclusividad a la política es una decisión para valientes. ¿Acaso queremos concejales o alcaldes a partir de las 6 o las 8 de la tarde, cuando terminen su jornada laboral? ¿Qué esperamos de la gente a la que elegiremos el próximo 25 de mayo? En Podemos hay muchos ciudadanos que no han visto representada su ideología en las formaciones políticas que votan la mayoría, pero también se han integrado exsocialistas, comisionistas del ladrillo y gente que busca un cargo en la Administración para vivir de la política, pero sin aclarar cuáles son sus intenciones, sus propuestas concretas. Es muy fácil criticar y no aportar alternativas realistas. Veo que esta gente quiere jugar con nosotros y no me da la gana de que nadie me vuelva a engañar. Votaré a quien hable claro y tenga un proyecto de ciudad, no a quien juegue con mi futuro.

 

    08 oct 2014 / 11:36 H.