Plataforma por la libertad de Javier
Quienes están acostumbrados a vivir cerca de él consideran los veinte días que lleva en prisión una eternidad. La familia de Javier Anguita Segura no cejará en su empeño hasta verlo fuera de las rejas. Sus allegados promueven una plataforma mediante la que buscan agilizar los trámites burocráticos necesarios para alcanzar la libertad. Javier Anguita está interno en el Centro Penitenciario de Jaén por culpa de un delito menor. Hace seis años y medio amenazó a su entonces compañera sentimental y causó daños en su vehículo, algo por lo que fue condenado a seis meses de prisión.

El problema de la drogadicción hizo que la juez aceptara la suspensión de la pena a cambio de su rehabilitación. Lo que ocurre es que abandonó la terapia en Proyecto Hombre y, en consecuencia, se revocó la suspensión de la condena. El resultado fue la ejecución de una sentencia que lo llevó hasta un callejón sin salida, justo cuando había logrado rehacer su vida. Lo primero que hizo el abogado que lleva el caso, Juan Antonio Fernández, fue pedir el tercer grado una vez dentro de prisión. Los trámites son lentos y, según confirma el propio director de la cárcel, Juan Mesa, es la junta de tratamiento la que tiene que dar el visto bueno, algo que se suele valorar cuando el interno tiene cumplida un tercio de la condena. Ángeles, la hermana de Javier Anguita, promueve una plataforma ciudadana mediante la que intenta reducir al máximo los plazos legales.
La iniciativa consiste en una recogida de firmas, en papel y a través de las redes sociales, en la que cientos de jiennenses ya han expresado su apoyo a la familia. “Tenemos la esperanza de conseguir nuestro propósito”, admite. Ahora bien, es consciente de que el comportamiento de su hermano en el módulo de respeto, en el que está ingresado, tiene que ser extremadamente pulcro. “Nos han dicho que no puede cometer ni una sola falta para poder ser valorado”, comenta. Su mujer, Ana Lechuga, que lo ve todos los domingos a través de una mampara, asegura que su marido está más delgado, pero que se siente con fuerzas para continuar en la lucha. “Intenta, por todos los medios, tener la cabeza ocupada y me ha dicho que hace mucha gimnasia para descargar tensiones”, relata. Cuenta que echa mucho de menos a sus mellizos, de dos años, en los que no para de pensar ni un minuto. Sin embargo, dice que lo ve más animado que al principio. El subdelegado del Gobierno, Juan Bautista Lillo, mantuvo una reunión con familiares la semana pasada.
Ángeles Anguita le presentó las justificaciones en las que basa la plataforma ciudadana puesta en marcha para agilizar su excarcelación. El subdelegado asegura que está sensibilizado con el caso y que hará lo que esté en su mano para ayudar. “Puedo hacer poco, porque las competencias las tiene el juez de vigilancia penitenciaria. Sin embargo, lo que sí le he dicho a la familia es que daré las instrucciones oportunas para que el informe que depende de la dirección de la cárcel se resuelva en veinticuatro horas”, dijo a este periódico. Está convencido de que Javier Anguita merece salir lo antes posible.