Plan de reconstrucción y una ayuda ciudadana muy necesaria

Las continuas noticias sobre las ayudas y partidas liberadas por los distintos países y organizaciones internacionales para la catástrofe de Haití parecen frenar el impulso ciudadano de solidaridad ante el drama que vive la población. Las ongs recuerdan que la colaboración de los particulares es fundamental para atender las primeras necesidades de los haitianos y para planificar una reconstrucción básica no de los edificios, sino del día a día de personas que lo han perdido todo. Los canales para hacer llegar la ayuda son variados y tanto organizaciones nacionales como internacionales velan para que cada grano de aportación se utilice de la mejor forma posible. Además, en cada ciudad y pueblo de la provincia existen asociados de estos colectivos de ayuda que ponen el trabajo y la cara por asociaciones que siempre están cuando se necesitan, ya sea en la ayuda a los más necesitados de aquí o en el trabajo en una isla desafortunada de Centroamérica. Y es que las previsiones para la mínima recuperación de un país paupérrimo son a muy largo plazo. La ONU ha dado un primer paso al poner en marcha la reconstrucción con un programa de empleo que servirá para dar trabajo durante años a una población necesitada de recursos, también económicos, para volver a funcionar y ser, cuanto antes, autosuficientes. A medio plazo, unas 200.000 personas trabajarían en esta reconstrucción y es que una vez se atiendan las necesidades básicas sanitarias y alimentarias se requiere dar un paso más para planificar un mejor Haití del que existía antes del desastre. Por este motivo, se requiere un plan internacional que canalice la ayuda y, sobre todo, direccione cómo y de qué forma se establecen las prioridades.  Está claro que el Gobierno del país, una vez repuesto, llevará la voz cantante, pero en esa tarea no puede quedarse sólo si, de verdad, se quiere hacer un nuevo Haití. 

    22 ene 2010 / 12:11 H.