Pistoleros del gol
Dos pistoleros están citados mañana a las nueve de la noche en el Pabellón de La Salobreja con el único objetivo de desenfundar su fusil y marcar goles para su equipo. Es el duelo más esperado por los aficionados.
Emilio Buendía y Lolo Jarque tienen en su punto de mira las metas contrarias. Se conocen a la perfección por haber convivido en el Marfil de Santa Coloma de Gramanet y durante dos años y medio en el Jaén Paraíso Interior. Sus caminos se separaron al final de la pasada campaña. Buendía decidió renovar con el equipo amarillo y Jarque buscó nuevos horizontes en el Levante, un equipo recién ascendido a Primera División. El cordobés viste de azulgrana cuando sus dos grandes pasiones futbolísticas son el Córdoba y el Real Madrid. Los números de Buendía y Jarque les permiten ser los referentes ofensivos de sus conjuntos. El pívot del Jaén Paraíso Interior ha marcado esta campaña 7 goles en 5 partidos. Figura en los puestos de honor de los máximos goleadores y está llamado a marcar una época si mantiene esa regularidad que le pide el cuadro técnico. El crecimiento de Buendía, formado en los equipos del Cafetería Zúrich, es notable y cada campaña tiene más trascendencia en el juego. Su aportación aumenta de forma espectacular y sus datos son positivos con 33 goles en 61 partidos jugados con la camiseta amarilla, tanto en Primera con en Segunda División. Esta campaña su promedio es positivo y tiene el reto de superar las 12 dianas de la última temporada. El salto de calidad que ha dado la plantilla beneficia a sus condiciones. Está feliz de la trayectoria, pero advierte que la humildad y la constancia será determinante para seguir en los primeros puestos de la clasificación. “Los dos próximos partidos son vitales y hay que ganarlos como sea. Si lo hacemos daremos un paso para disputar la Copa de España”, anuncia Emilio Buendía. Jarque vive también una relación de idilio con el gol. La marcha de Solano al Peñíscola lo dejó como un sólido argumento ofensivo. La técnica y la capacidad de definición las exhibe en la pista. Sus números con el Jaén FS revelan que marcó 36 goles en 67 partidos de Liga. En el regreso a la élite se convirtió en el máximo anotador del equipo, con 15 tantos, una cifra que sirvió para colaborar con la permanencia. “Vuelvo a mi segunda casa. En Jaén me trataron de maravilla y viviré una extraña situación, pero ahora defiendo la camiseta y los intereses del Levante”, afirma.