Pide 15 años de prisión para su padre por abusar de ella

Una joven, natural de Pozo Alcón, tratará hoy de demostrar a los magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia que su propio padre abusó sexualmente de ella en reiteradas ocasiones cuando tan solo era una niña. En concreto, habla de tocamientos y de violaciones que se produjeron desde los 9 a los 15 años —actualmente, tiene 27— en el domicilio en el que vivía la familia. Y también refiere insultos y amenazas para que guardara silencio y no dijera nada de lo que ocurría. De hecho, la joven puso la denuncia en el año 2013, gracias al asesoramiento de la Asociación de Mujeres Víctimas de Violencia Sexual (Amuvi), un colectivo que ejerce en su nombre la acusación particular. Y es que, en este caso, la Fiscalía no presenta cargos contra Antonio Ramón R. M., ya que no hay pruebas suficientes para demostrar que cometió los hechos que le imputa su hija. Hoy, el hombre, que tiene 49 años, se sentará en el banquillo para tratar de defenderse de las acusaciones y de una petición de condena de 15 años de cárcel.
Las fuentes consultadas explican que el primero en dar la voz de alarma de lo que estaba ocurriendo fue el hermano de la denunciante, cuando ella tenía tan solo 14 años, en 2002. El chico acudió a los Servicios Sociales de Pozo Alcón, donde contó los abusos que sufría su hermana mayor por parte del padre. Sin embargo, después se retractó y dijo que se lo había inventado. Lo mismo hizo la madre que, en una ocasión, reconoció los hechos, pero acabó, al igual que el hijo, negándolo todo.
Amuvi relata que, tras dos intentos de suicidio, los Servicios Sociales sacaron a la víctima del domicilio en el que residía con sus padres y otros dos hermanos. Tenía 23 años cuando emprendió una nueva vida en una casa de acogida, donde comenzó un tratamiento terapéutico. En 2013, presentó la denuncia en los Juzgados de Cazorla contra su progenitor, al que hoy verá sentado en el banquillo. Como testigos, la joven lleva a trabajadoras de los Servicios Sociales de Pozo Alcón, además de un informe en el que los forenses determinan que el testimonio de la supuesta víctima es creíble.
Además de los 15 años de prisión, la acusación particular reclama al acusado 60.000 euros de indemnización por los daños ocasionados a su hija y las secuelas causadas por seis años en los que la niña fue sometida, presuntamente, a insultos, tocamientos y violaciones.

    04 jun 2015 / 10:46 H.