Pesimismo, esperanza y deseos de paz para todos
Desde Torredonjimeno. Quiero compartir con los lectores de JAEN la reconfortante impresión que me produjeron las declaraciones del padre Ángel García, coloquialmente llamado “padre Patera”, por el incesante trabajo de rescate y ayuda que ha practicado con los africanos que llegan indocumentados y sin dinero a las costas andaluzas
. Su obra, sencilla y solidaria, se ha extendido por muchas regiones en las que la llegada de inmigrantes sin documentación en regla ni contrato de trabajo es algo frecuente. Este titán de la caridad dejó muchas frases de calado en el desayuno al que asistió con personal del periódico. A pesar de que la reseña del acto que publicó el diario es amplísima, creo que algunas afirmaciones, como “otro mundo y otra forma de hacer las cosas es posible” o bien “la fractura entre ricos y pobres es cada día más grande y peligrosa”, son verdaderamente relevantes, porque son un atisbo de esperanza en un mundo dominado por la ambición y las ganancias como objetivo prioritario, ideas que han dado lugar a que el número de millonarios haya aumentado en un 13% en los tres últimos años en la Unión Europea, mientras el número de parados sin recursos y marginados crece sin cesar (un informe realizado por organizaciones humanitarias afirma que alrededor de 17.000 personas pasarán la Nochebuena en la calle en España porque carecen de hogar y medios económicos). Muchos “padres Patera” nos hacen falta para conseguir que el dinero no se destine en masa al reflote de bancos y cajas, mientras la ciudadanía espera entre la desesperación y la angustia, que fluya en forma de créditos y llegue a las familias y a las empresas, asfixiadas después de tantos años de sequía financiera. Mientras tanto, doña Ángela Merkel, de nuevo canciller, cuenta con el apoyo de una coalición que agrupa al 80% de los diputados alemanes. Lo primero que ha declarado es que aspira a ser más europeísta, pero ha confirmado en su puesto al que ya era ministro de Finanzas, el hombre de la mano dura y los recortes para los países con problemas, así que muchos nos tememos que desde Alemania va a venir más de lo mismo. A pesar de todo, esperamos un milagro y que la Navidad traiga paz y hombres de buena voluntad y solidarios a los puestos de gobierno y manejo de las finanzas nacionales y europeas. Ojalá sea así en 2014 y la anunciada mejora de la situación llegue a la ciudadanía. ¡Paz y felicidad en estos días entrañables para todos los trabajadores, distribuidores y lectores de Diario JAEN, es decir, para toda nuestra tantas veces olvidada provincia!
Manuel Campos Carpio