Pesar por el fallecimiento del presidente del Cazorla

La repentina muerte del presidente de la UD Cazorla, Carlos Romero, sentó como un jarro de agua fría y llenó de pesar no solo a los aficionados al fútbol, sino a todo el municipio, ya que era una persona muy apreciada y querida por los vecinos. Carlos Romero, máximo responsable del club en diferentes etapas, fue uno de los directivos que más luchó por mantener a flote la entidad, incluso en los peores momentos. Tanto es así que impulsó numerosas iniciativas para recaudar fondos y evitar la desaparición de uno de los clubes señeros del fútbol jiennense.

    07 ago 2014 / 22:00 H.


    Su vinculación al Cazorla viene de lejos, puesto que, además de pertenecer a la junta directiva, dos de sus hermanos fueron jugadores de la primera plantilla en la década de los 90, una de las más gloriosas de la historia de la entidad. Recientemente recibió orgulloso el premio al Juego Limpio, que premia los valores del deporte y en la que también fue felicitado por el flamante ascenso a Segunda Andaluza de su equipo. Hace unas semanas decidió abandonar la presidencia para renovar la estructura directiva. Carlos Romero deja un vacío difícil de llenar en el fútbol de la comarca, donde era un hombre muy apreciado por el resto de clubes. De hecho, su fallecimiento cogió por sorpresa a todos y los mensajes de duelo no se hicieron esperar por antiguos jugadores y entrenadores, como el linarense Alfonso López Simarro, quien lamentó la perdida y destacó la labor realizada por Carlos Romero, quien recibirá hoy, a las siete y media, sepultura en Cazorla.