Personas con corazón

En estos últimos días me llegan a mis manos distintas noticias y artículos referentes a la cantidad de personas que por necesidad se ven obligadas a acudir a instituciones benéficas para poder comer. Los datos, las historias personales, las situaciones que tienen que afrontar familias con hijos, ponen el vello de punta. Me indigna saber que en el mundo hay suficiente comida para todos, pero que falta voluntad política para que toda la gente tenga acceso a ella.

    31 oct 2012 / 15:48 H.

    Me cabrea que una de las principales causas del hambre sea la de la injusticia del comercio internacional de alimentos, en manos de unos pocos, que solo piensan en la especulación. En España hay muchas personas que pasan hambre, que tienen necesidad de ropa y no pueden comprarla, que son víctimas de un sistema especulador y sus fatales consecuencias. En España hay niños que solo comen una vez al día y gracias a la beca en el comedor escolar. Y si lo de las crisis económica es cierto que son cíclicas, como nos dicen, no menos cierto es que tenemos que aprender de ellas. No podemos pensar solo en el dinero como principal objetivo de la vida, si tuviéramos más presentes otros valores no habría tanta gente pasando necesidad. De lo que sí nos podemos alegrar es de todas esas personas que trabajan a diario ayudando a quienes no tienen ni siquiera esperanza de seguir adelante. Personas con corazón que saben lo que es la solidaridad y la entrega desinteresada. Luego están las que sin corazón ni conciencia avasallan a los demás.

    Auxiliar administrativo
    Miguel Lechuga