Perros que obedecen a sus dueños
Fran Cano / Jaén
Cita para educar al mejor amigo del hombre. La residencia canina de adiestramiento profesional de perros Adidog celebró el primer Seminario de Técnica de Mondioring en la capital. Los monitores enseñaron a los dueños de los canes tácticas de obediencia y defensa.

Cita para educar al mejor amigo del hombre. La residencia canina de adiestramiento profesional de perros Adidog celebró el primer Seminario de Técnica de Mondioring en la capital. Los monitores enseñaron a los dueños de los canes tácticas de obediencia y defensa.
La jornada, que empezó a las nueve de la mañana, sirvió para que los participantes —cerca de una docena— tuviesen una interesante toma de contacto con el mondioring, una práctica que mejora la relación entre los dueños de canes y los propios animales.
Antonio Alcázar, gerente de la Adidog, y Daniel Torres fueron los monitores de la cita. La mañana estuvo dedicada a enseñar técnicas de obediencia a los animales. Los propietarios de los perros realizaron diferentes ejercicios para mejorar la comunicación con sus mascotas. Alcázar destacó que es la primera vez que se organiza un seminario sobre mondioring, “Durante las primeras horas del encuentro hicimos actividades como, por ejemplo, instar a los perros a que llevasen objetos a sus amos”, declaró el gerente de la Adidog.
El pastor alemán, una de las razas más populares y versátiles del mundo, tuvo mayor presencia en el seminario. Alcázar explicó que si bien en el asunto de la defensa es más propicio para canes de gran tamaño, cualquier raza es susceptible de recibir lecciones relacionadas con la obediencia al amo. “También hubo algunos pastores belgas malinois”, agregó.
Los asistentes preguntaron a los monitores dudas acerca de comportamientos de sus mascotas. “Una de las cuestiones más recurrentes es por qué los perros se asustan cuando escuchan petardos. El asunto de los ruidos interesa mucho”, apostilló Alcázar.
Las sesiones sobre defensa centraron la tarde. Uno de los ejercicios que ensayaron los asistentes fue el ataque de los canes. Fue el momento de ver cómo algunos “volaban” —gracias a sus espectaculares saltos—para agredir al figurante, equipado con una vestimenta especial para evitar daños. “El ejercicio se llama ataque lanzado. El perro, que está situado a una considerable distancia del figurante, recibe la instrucción para lanzarse sobre él”, dijo.
Otra actividad que puso a prueba la disciplina de los animales se titula la huida. Tal y como su nombre indica, el ejercicio invita a una escena casi de película: el figurante amenaza al can, huye y es perseguido por el perro, que contraataca al instante.
Los animales también exhibieron su buena interrelación con los dueños en tareas espectaculares, como saltar por encima de más de un metro de altura y andar hacia delante y hacia atrás.
Además de compartir su afición por los perros, los participantes en el seminario disfrutaron de comida de convivencia al mediodía en la propia sede de la Adidog, antes de iniciar las prácticas de defensa. La cita concluyó sobre las siete de la tarde. La jornada continúa hoy. “Haremos más técnicas y actividades hasta el mediodía”, señaló Alcázar. El punto final de la cita es la entrega de diplomas a los participantes en el taller.
Historia. El mondioring llegó a España a comienzos de la década de los noventa. Se ha convertido en uno de los deportes más completos para perros, puesto que potencia sus cualidades genéticas y físicas, a la vez que forma ejemplares sanos y equilibrados. En esta modalidad, la genética y el adiestramiento son fundamentales.
El mondioring nació en Alemania con la idea de adiestrar perros para la Policía. No obstante, la influencia más importante llega de Francia y de los Países Bajos. En ellos se comenzó a practicar el ring —mordidas sobre traje integral— a principios del pasado siglo XX.