Peregrinos jiennenses en camino
Texto: Pepi Galera
Fotografías: Agustín Muñoz
Mil ochenta y cinco kilómetros que suponen una experiencia que no se puede resumir en palabras. Es la distancia que separa Jaén de Santiago de Compostela a través del camino mozárabe, que une Andalucía Oriental con la Vía de la Plata, una de las rutas tradicionales que llegan a la ciudad santa del catolicismo. Cientos de jiennenses emprenden cada año este recorrido que no está exento de dificultades, no sólo por la dureza del mismo peregrinaje, sino por la falta de indicadores para coger esta ruta que pasa por Alcaudete.
Fotografías: Agustín Muñoz
Mil ochenta y cinco kilómetros que suponen una experiencia que no se puede resumir en palabras. Es la distancia que separa Jaén de Santiago de Compostela a través del camino mozárabe, que une Andalucía Oriental con la Vía de la Plata, una de las rutas tradicionales que llegan a la ciudad santa del catolicismo. Cientos de jiennenses emprenden cada año este recorrido que no está exento de dificultades, no sólo por la dureza del mismo peregrinaje, sino por la falta de indicadores para coger esta ruta que pasa por Alcaudete.
Jaén no está dentro de estos históricos caminos, por lo que aquellos que deseen partir desde aquí tienen varias posibilidades. La más corta es llegar hasta Andújar y, después, al Santuario de la Virgen de la Cabeza para, después, alcanzar Puertollano e incorporarse al camino manchego. “El problema de esta ruta es que no existen vías pecuarias señalizadas, por lo que el peregrino tendrá, en muchas ocasiones, que caminar por carreteras. Son más de 150 kilómetros que no son fáciles de hacer sin conocerlos en profundidad”, explica el presidente de la Asociación Jacobea de Jaén “Peregrinos en Camino”, Jacinto Fuentes Mesa. Este colectivo, por ello, está embarcado en un ambicioso proyecto. Tratan de que se señalice otra de las formas de alcanzar el camino mudéjar y, después, la Vía de la Plata desde Jaén. “Es posible alcanzar Alcaudete a través de la Vía Verde desde Jaén y, allí, comenzar el trazado mudéjar. Estamos trabajando junto con las asociaciones de desarrollo rural y otros colectivos jacobeos andaluces para que las rutas estén señalizadas y se unifiquen los mojones (monolitos de piedra que van descontando los kilómetros que quedan hasta Santiago), al igual que están en las comunidades por donde transcurren los caminos más tradicionales. Ahora mismo el problema es que no se puede incluir la señalización dentro de la Vía Verde por la legislación europea que la rige”, destaca. Aún así, en medio de esta lucha, ya han conseguido hitos tales como que los peregrinos puedan sellar su credencial, que después les dará la “Compostela” a su llegada a Santiago o acreditación de peregrinos, en el centro de Las Fuentezuelas en la capital, en el pabellón deportivo de Martos y en la oficina de turismo de Alcaudete. También, los peregrinos que lo deseen pueden solicitar al Ayuntamiento de Alcaudete dormir en su polideportivo municipal. Este recorrido, según los cálculos de la Asociación Jacobea de Jaén, se puede hacer en unos 44 días, en los que se recorre de media unos 25 kilómetros, hasta completar los cerca de 1.100 que hay hasta llegar a la plaza del Obradoiro. Otra parte importante de este proyecto que se propone el colectivo jiennense, hablado ya de forma oficiosa con el Ayuntamiento, es marcar las calles con las típicas flechas amarillas del camino hasta la salida, ya sea por Las Fuentezuelas o el Neveral, desde un kilómetro cero que estaría en la Catedral o la Plaza de Santa María.
El interés de los municipios porque esta ruta pase por sus términos municipales está claro: el turismo que mueve, que es ecológico y barato. Por ejemplo, desde Sevilla, el año pasado, más de 2.000 personas iniciaron el camino por la ruta de la Plata, de la que significativamente, más del 85 por ciento, eran extranjeros. En Jaén, no se puede realizar esta cifra estadística de los peregrinos que inician su camino. La Asociación Jacobea, que tiene capacidad para entregar la credencial o “carné” del peregrino junto con la Diócesis de Jaén, contabilizó, en 2009, más de cuatrocientas personas. “Este año, al ser Xacobeo, seguro que se duplicará esta cifra. Por el momento, ya hemos entregado cien credenciales y, en un plazo menor de un mes, ya salen tres personas por separado para hacer el camino desde Jaén”, explica Jacinto Fuentes. Además de las personas que se acercan a esta asociación —de la que reciben toda la información y ayuda necesaria para realizar su camino—, cientos de colectivos organizan cada año viajes de peregrinación a Compostela. La Diócesis, por ejemplo, organiza una peregrinación para finales de junio, de la que sólo quedan unas veinte plazas de las cien que oferta y otra para jóvenes en verano. Todo esto sin contar los particulares que hacen su peregrinaje desde algún punto concreto de algunas de las rutas o dividen su camino en etapas que se completan en varios años, otra de las posibilidades de aquellos que cuenten con menos tiempo libre. “Sólo como dato significativo se puede destacar también que el 15 por ciento de los peregrinos que llegan a Santiago son andaluces”, destaca el tesorero de la Asociación Jacobea, Jesús Palacios. “En los últimos años, el Camino está viviendo un importante resurgir y se está trabajando mucho para que la ruta desde Jaén sea una realidad”, añade.
Es en los meses estivales cuando se produce el “boom” de peregrinos que se echan al camino, momentos en los que es difícil encontrar plazas en los albergues. “Las mejores fechas para hacerla es a finales de junio o principios de septiembre para evitar las aglomeraciones que se producen en torno a la fecha del apóstol, el 25 de junio”, explica. A pesar de que no haya plazas en los albergues públicos, existe una extensa red de otros privados y hostales en el camino, con precios muy competitivos. Los públicos, hasta hace dos años, costaban la “voluntad”. Después, unos 3 euros. Este año se prevé que suban hasta los cinco. Los albergues privados o los hostales más sencillos no cuestan más de unos 9 ó 10 euros por noche. Así, un peregrino no tendrá que gastar mucho más de 30 euros diarios, en los que ya se incluyen las comidas y el alojamiento.
Además de la forma tradicional, a pie, para la que se tienen que hacer como mínimo 100 kilómetros para conseguir la “Compostela”, hay otros que eligen la bicicleta o el caballo como medio para llegar a la ciudad santa en la que está el sepulcro del Apóstol Santiago. El Club Xauen, formado por un grupo de amigos jiennenses aficionados a la bicicleta, ya lo ha hecho en varias ocasiones. Sus rutas diarias alcanzan los 60 ó 70 kilómetros de recorrido y, también, para conseguir la Compostela tienen que complementar 200 kilómetros de camino. “Es posible hacerlo tan sólo con un mínimo de hábito en la bicicleta, preparándose de forma progresiva unos meses antes. No hay que ser un profesional”, cuenta Carlos Velasco, del Club Xauen.
Ya sean motivos religiosos o deportivos los que mueven a los peregrinos, hacer el camino les supone una experiencia única. El contacto con otros peregrinos, acercarse a la cultura de los pueblos por los que pasan y disfrutar de inimaginables rincones históricos y naturales son sus argumentos más contundentes con los que invitan a descubrir lo que supone el Camino de Santiago. Todo ello, mientras que afirman que no hay dos iguales.