Perdió un ojo en clase y su familia pide 80.000 euros
Rafael Abolafia /Jaén
Hace casi un año, el pequeño Manuel sufrió un desgraciado accidente. Un compañero de clase le clavó un lápiz en su ojo izquierdo. Su familia reclama a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía una indemnización de 80.000 euros por los daños ocasionados y las secuelas que le quedan al menor.

Hace casi un año, el pequeño Manuel sufrió un desgraciado accidente. Un compañero de clase le clavó un lápiz en su ojo izquierdo. Su familia reclama a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía una indemnización de 80.000 euros por los daños ocasionados y las secuelas que le quedan al menor.
Los hechos ocurrieron el pasado 12 de diciembre del año 2008 en un aula del colegio Santo Domingo. Manuel estaba entonces en segundo curso de Educación Primaria. Ese día, acababa de entrar a clase. Apenas habían pasado diez minutos de las nueve de la mañana, cuando un compañero de pupitre le clavó un lápiz en el ojo de forma accidental.
El parte médico inicial explicaba que el niño, que ahora tiene 9 años, sufrió una “herida penetrante en la córnea” y “un estallido del globo ocular”. Tuvo que ser intervenido de urgencia con anestesia general y estuvo casi un mes en el hospital. Después, ha seguido en tratamiento durante más de doscientos días, según informan fuentes judiciales cercanas al caso.
Cuando ocurrieron los hechos, su familia presentó una denuncia por la vía penal para aclarar lo sucedido aquel 12 de diciembre en el colegio. El juez la archivó, fundamentalmente, por dos motivos: el primero es que los niños menores de doce años son inimputables a efectos penales. El segundo, y principal, es que no se produjo ningún tipo de negligencia o desatención por parte de la profesora. Tal y como dijo en su día la delegada de Educación de la Junta, Angustias María Rodríguez, “fue un accidente, una travesura entre dos niños que tuvo un desgraciado final”.
Ese desgraciado final al que se refiere la responsable de la Junta es que el niño perdió la visión del ojo izquierdo “de por vida para cualquier actividad”, según certifica un informe pericial firmado por un médico valorador del daño corporal. El especialista asegura que el menor sufre una “incapacidad parcial y permanente”. En virtud de ese informe, la familia ha interpuesto una reclamación patrimonial ante la Consejería de Educación de la Junta, en la que reclama 80.000 euros de indemnización por los daños ocasionados y las secuelas que le quedan al pequeño Manuel.
Esa solicitud fue presentada ante la Administración el pasado 19 de noviembre. Desde ese día, la Junta tiene un plazo de seis meses para contestarla. Si es negativa o no hay respuesta (silencio administrativo) la familia del niño puede acudir a la Justicia, en concreto a los Juzgados de lo Contencioso, para interponer la correspondiente demanda.
No obstante, y según informan fuentes cercanas al caso, Educación ya puso en marcha hace unos meses el procedimiento interno para indemnizar a las víctimas de accidentes escolares, a petición del inspector de zona.
“Fue sano al colegio y allí perdió la vista de un ojo”
“Sólo sé que aquel día yo dejé a mi pequeño en el aula y que estaba completamente sano. Cinco minutos después, me llamaron del centro y ya no veía”. Así relataba María Dolores López lo que le ocurrió a su hijo Manuel en el aula del colegio Santo Tomás aquel 12 de diciembre de 2008. Un año después, quien habla del asunto es su abogado, Luis Heredia. “La familia lo único que ha pretendido desde un principio es que se haga Justicia”, explica el letrado.Así lo afirmó la propia María Dolores López en una entrevista concedida a JAEN en enero de 2009: “Sólo queremos que se aclare lo que pasó. No queremos que se condene a nadie, sino que se sepa cómo ocurrió para que mi hijo se quedara ciego de un ojo y evitar que vuelva a producirse un caso igual”, aseguraba.
El abogado explica que el niño tiene importantes secuelas físicas y psicológicas, unas secuelas que también sufre su familia: “Nosotros consideramos que existe una relación causa-efecto entre el accidente y el funcionamiento de un servicio público de la Administración. Por eso, interponemos una reclamación”, explica.
En su día, la delegada de Educación, Angustias María Rodríguez, aseguró que lo ocurrido fue “un accidente entre dos niños pequeños”. “No fue una situación de violencia o una pelea, sino una travesura entre dos niños”, añadió. La Junta de Andalucía se puso a disposición de la familia desde el primer momento. De hecho, ya comenzaron los trámites pertinentes para el procedimiento de indemnización.