Pequeño comerciante
Alberto es mi Héroe. No sé su apellido ni lo conocía de nada. Empatiza con los demás, resuelve problemas, propone soluciones prácticas. En la tienda de Orange del Gran Eje, en cambio, no. Bueno, en parte, sí: Si se te estropea la batería del móvil que compraste allí hace cuatro meses te dicen que ellos no tienen, pero que “la compres en los chinos de al lado.” Vaya, los chinos tampoco tienen. ¡Ah! No pasa nada.
Hay un maravilloso “servicio de tranquilidad Orange” que recoge tu móvil en 24 o 48 horas, te dejan otro y a los diez días te devuelven el tuyo. Pero no te reponen la batería, que es lo que te permite usar el teléfono para lo que has contratado una tarifa empresa 5G de las más caras: Para trabajar. La avería se produjo el jueves 29 a las seis de la tarde. El servicio de tranquilidad dice que sustituirá el teléfono averiado el lunes 2 por la tarde, es decir, cuatro días sin teléfono. Solución: Un móvil de sustitución; no un smartphone que es lo que compré allí, no: un “pleistomovil”. Pero, ¡oh!, no caben los datos, contactos, cuentas de correo para trabajar “No hay problema: Compre una tarjeta —15 euros— y todo resuelto” ¡Vaya por Dios!, el “pleistomovil” no puede con la carga de la tarjeta. Dos horas y media de indignación, cabreo y estupor después la Empresa no da respuesta. Me voy con un móvil obsoleto, una tarjeta que me ha costado 15 euros, con la agenda vacía, sin cuentas de correo electrónico, sin módem para el ordenador con el que trabajo. Día 30, ¡un festival!: El gestor loco para localizarme: Hay que pagar el IVA. No puedo operar telemáticamente pedidos de clientes sin tramitar…pero, eso sí, tengo un magnífico servicio de tranquilidad Orange. Alberto, de Tecno Duendes, en la Calle Álamos, al que no conocía de nada, resuelve en diez minutos mi desesperación, me presta un iphone usado y empiezo a respirar. Opera con Simyo y no tiene servicio de tranquilidad. La tranquilidad te la da él.