Peñalver dice adiós al Ayuntamiento entre lágrimas y muestras de cariño

El 30 de noviembre de 2011 la exalcaldesa de la capital, Carmen Peñalver, presentó una comunicación escrita en el Registro del Ayuntamiento en la que renunciaba a su acta de concejal —como ya hizo en la Diputación— y pidió despedirse en el último pleno del año, el de ayer. Su último adiós quiso que fuera, precisamente, en la casa donde ha vivido ocho años y en la que, durante la última legislatura, ha trabajado en pro de la ciudad. “No es ningún secreto que pensaba renunciar en un futuro próximo, cuando las circunstancias políticas así lo aconsejaran y tampoco es un secreto que se ha adelantado por cuestiones conocidas por todos”. Peñalver enfilaba un discurso en el que agradeció a toda la ciudadanía, al movimiento asociativo, a los medios de comunicación, al actual y los anteriores equipos de Gobierno, a los trabajadores municipales y a sus compañeros de partido, los esfuerzos realizados en pro de Jaén.
Tuvo consejos para el alcalde, José Enrique Fernández de Moya. “Le deseo acierto en su labor por el bien de la ciudad. El bien de la ciudad es el que movió, más allá de los errores que pude cometer, todas y cada una de mis actuaciones como alcaldesa y concejala”, aseguró Peñalver que, a su vez, recordó que todavía queda “una gran labor por delante”. En esta línea, también dedicó palabras de reconocimiento para la portavoz de Izquierda Unida, Isabel Mateos.
Llegados a este punto, Carmen Peñalver cambió el tono de su intervención para entrar en el amargor de los últimos meses. “Sí. La política es dura y ofrece su rostro menos amable cuando aflora la falta de miramientos de algunos para perseguir objetivos que nunca acabaré de entender”. Una sola frase resumía su sentimiento sobre el conflicto planteado en el seno de la agrupación local del PSOE. En este sentido, se valió de las metáforas para hacer llegar a la sociedad su mensaje. “Es conocido, que siempre hace más ruido un árbol cayendo que un bosque creciendo. Deseo de corazón que el sonido de ese inmenso bosque, que son los socialistas trabajando con decencia y altruismo, no tarde en recuperar volumen”, aseguró.
A los “dimisionarios” recordó: “Las heridas cicatrizan pronto, el cariño y la buena conciencia se quedan para siempre con nosotros”. Y con un sentido aplauso, se despidió Peñalver de la primera línea de la vida política, no sin antes recordar que seguirá activa como militante.
Corporación. A partir de la intervención de Peñalver, comenzaron las palabras de agradecimiento y reconocimiento del resto de grupos de la Corporación Municipal. Por IU, Isabel Mateos valoró el trabajo realizado por la exalcaldesa y fue un paso más allá. Aseguró que no hacerlo es de “miserables”. El portavoz del PP, Miguel Ángel García Anguita, le reconoció que, a pesar de los sin sabores, siempre le quedará el “honor de haber sido alcaldesa de la ciudad de Jaén” y reconoció que siempre es triste “perder a una compañera”.
Fueron las palabras del concejal socialista Manuel López las que arrancó las lágrimas de Peñalver y de otros ediles como, por ejemplo, Carmen Guerrero. López aplaudió la labor, con sus errores y con sus aciertos, realizada por la exalcaldes. Aplaudió su tesón  y su compromiso que llegó, incluso, a sobreponerse a su vida persona. Se mostró orgulloso de ser su compañero y amigo.
Finalmente, Fernández de Moya ratificó las palabras de Peñalver alusivas a que “la política es dura”. “Mi reconocimiento, del que estoy convencido que también se harán eco sus padres desde el cielo —recordando que la socialista sufrió siendo alcaldesa la pérdida de su madre y, desgraciadamente, a los pocos meses, también la pérdida de su padre— de que se sentirán plenamente orgullosos de su hija”. Esperanza Calzado /Jaén

Discurso de despedida de Carmen Peñalver
Saludos… Feliz Navidad…
Alcalde, Corporación, vecinos y vecinas de Jaén.
Quiero agradecer que se me permita dirigir unas breves palabras a la corporación Municipal y a la ciudadanía de Jaén en esta despedida.

He pertenecido a esta Corporación Municipal durante ocho años, cuatro de los cuales, tuve el honor de ser alcaldesa, y lo primero que quiero decir a los jiennenses es Gracias, Muchas Gracias.

No es ningún secreto que pensaba renunciar a mi acta en un futuro próximo, cuando las circunstancias políticas lo aconsejaran. Siempre he pensado que hay que saber dar pasos atrás para que nuevos proyectos y capacidades puedan dar pasos hacia adelante. Tampoco es ningún secreto que mi decisión se ha adelantado por cuestiones conocidas por todos.

Quiero dar las gracias a todo el personal de esta casa, a todos los trabajadores y trabajadoras del Excmo. Ayuntamiento de Jaén, que me han prestado su apoyo profesional en las tareas de gobierno y oposición. Dar las gracias al grupo de colaboradores por tantas horas que hemos compartido, dar las gracias a los Medios de Comunicación por su dedicación y trabajo por la ciudad.

Quiero expresar mi reconocimiento a todas las Corporaciones de este Ayuntamiento, a todos los miembros de esta Corporación, porque no hay tarea más noble que la de servir a tu ciudad, a todos los vecinos y vecinas de Jaén. Y quiero pensar en esta despedida, que por encima de nuestras diferencias políticas queda una hermosa experiencia compartida que a todos nos une, la de representar a la ciudadanía de Jaén.

A muchos de los integrantes actuales del Grupo Popular he tenido menos ocasión de tratarles, con otros han sido muchos días de discusiones y convivencia política, de la que me quiero quedar con los aspectos más humanos que hemos compartido. A todos ustedes, en especial a usted, señor Fernández de Moya, señor Alcalde, les deseo acierto en su labor por el bien de la ciudad. El bien de la ciudad es el que me movió, más allá de los errores que pude cometer, todas y cada una de mis actuaciones como Alcaldesa y como concejala.

Mi reconocimiento también para la señora Mateos, muchas horas de trabajo, de buenos y de malos ratos también por Jaén.

Mi gratitud y todo mi ánimo a los concejales y concejalas del Grupo Socialista, y mi felicitación al nuevo concejal, señor Francisco Hidalgo, querido amigo, que se incorporará en el próximo pleno.

Tienen, tenéis una enorme labor por delante para defender los intereses de la ciudad, para representar a la ciudadanía, para colaborar lealmente con todo lo que sea beneficioso para Jaén y para oponeros a cuanto pueda perjudicarla. No olvidéis nunca que más de 20.000 jiennenses nos apoyaron con su voto y no podemos defraudarlos.

Y mis últimas palabras son para los vecinos y vecinas de Jaén. La política es dura, fue duro perder después de un mandato con tanto esfuerzo y sacrificio, aunque no son menos duros los problemas que muchas familias atraviesan. He tenido una suerte inmensa al haber conocido y trabajado con tantos jiennenses extraordinarios, que me han aportado vivencias, experiencias y conocimientos de un valor que nunca podré olvidar. Deseo lo mejor a todos y cada uno de los vecinos y vecinas de Jaén, y a esta ciudad.

Ha sido un honor representar a todos y cada uno de los jiennenses y a esta bella ciudad de luz.

Sí. La política es dura y ofrece su rostro menos amable cuando aflora la falta de miramientos de algunos para perseguir objetivos que nunca acabaré de entender. Aún así, la política merece la pena, porque es una actividad noble, imprescindible para el buen gobierno de la sociedad, que nos ofrece a quienes la practicamos con honestidad oportunidades inmensas de defender el interés general. La política merece la pena y mi partido y es un gran partido al que siempre agradeceré con mi militancia activa cuanta confianza ha depositado en mi persona. Las muestras de cariño que he recibido han superado infinitamente el mal que unos pocos hayan querido causarme. Me quedo con ese cariño.

Es conocido, que siempre hace más ruido un árbol cayendo que un bosque creciendo. Deseo de corazón, que el sonido de ese inmenso bosque que son los buenos socialistas trabajando con decencia y altruismo no tarde en recuperar su volumen, porque se lo merece un partido centenario con una trayectoria extraordinaria, se lo merece nuestra ciudad.

Las heridas cicatrizan pronto, el cariño y la buena conciencia se quedan para siempre  con nosotros. Por eso hoy, en este pequeño balance de despedida, pesa tanto lo bueno y tan poco lo malo.

Feliz 2012 para toda la ciudad, para todas las familias de Jaén, y muy especialmente para aquellas que más lo necesitan.

Muchas gracias.