París aclama al tricampeón

Carlos de Torres / París
Alberto Contador (Astana) se proclamó vencedor del Tour de Francia por tercera vez, quinto triunfo español consecutivo, una vez celebrada la vigésima y última etapa disputada entre Longjumeau y París, de 102,5 kilómetros, en la que se impuso al sprint el británico Mark Cavendish (Columbia).

    26 jul 2010 / 10:25 H.

    Si Cavendish levantó los brazos para celebrar su quinta etapa al frente del pelotón, unos metros por detrás, entre la marabunta, emergía el maillot amarillo de Contador disparando hacia su nueva conquista, rodeado de sus compañeros, en su tercer año de reinado. Otro paso de Contador en la historia del Tour, que ya se encuentra en un tercer escalón en cuanto a victorias absolutas. Detrás de Armstrong, con siete triunfos y del grupo de Indurain, Hinault, Anquetil y Merckx, con cinco, el madrileño alcanza al trío formado por el belga Philippe Thys, el francés Louison Bobet y el estadounidense Greg Lemond. Todos nombres de leyenda,
    Un tercer entorchado que deja un recuerdo menos brillante que el de 2009. Contador, único español que tiene Tour, Giro y Vuelta en su hoja de servicios, no ha ganado ninguna etapa en esta edición, ni marcado la diferencia en su terreno, la montaña; tampoco en la contrarreloj. Hace un año venció en Verbier en un final en alto y arrasó en la contrarreloj de Annecy al mismísimo Fabian Cancellara. Un año después, terminó el partido pidiendo la hora. Un triunfo a los puntos. Es más, sembró serias dudas en la cronometrada de Burdeos y en algunos momentos vio peligrar el título. Un puesto 35 en la etapa que no estuvo acorde con un campeón. Ganó con la quinta diferencia más corta de la historia respecto al segundo. ¿Cuál es el auténtico Contador, el de 2009 o el de 2010? Probablemente haya que esperar a 2011 para conocer la respuesta. Contador firmó en París su quinta gran prueba por etapas, las cinco consecutivas, y la decimotercera de un español en la Grande Bouclé. En la foto final, Contador estuvo acompañado de su enemigo íntimo Andy Schleck (Saxo Bank), segundo a 39 segundos y por Denis Menchov (Rabobank) tercero a 2.01 minutos.
    Pendiente de su renovación con el Astana, el Tour también ha consolidado una rivalidad que se presume duradera entre Contador y Andy Schleck. El luxemburgués, dos veces segundo, no se conforma con el papel de “Poulydor” y está convencido de que el español no es imbatible. “El año que viene volveré para ganar”, anunció. Contador aparte, los españoles han aportado tres nombres a la lista de los diez primeros. Samuel Sánchez, cuarto, se marcha con una amarga medalla de chocolate en la genera y Joaquín “Purito” Rodríguez finalizó octavo en su primer año de jefe en el Katusha y además se llevó la etapa de Mende, única victoria española. Luis León Sánchez y Rubén Plaza quedaron en los puestos fronterizos del top ten, puestos 11 y 12 respectivamente.
    La última etapa del Tour de Francia comenzó con dieciocho minutos de retraso, ya que Lance Armstrong decidió despedirse de la carrera que ganó siete veces con un show en la salida. Todo el Radioshak se presentó con el maillot de su fundación y el dorsal común número 28, referente a los 28 millones de afectados por cáncer en todo el mundo. Los jueces obligaron a los corredores de la formación americana a ponerse el maillot oficial con sus respectivos dorsales habituales. Procedieron en plena acera, utilizando imperdibles. La carrera, mientras, parada en el kilómetro 0. El texano acaparó las cámaras un buen rato. En generar publicidad ha sido un número uno. Precisamente Armstrong se despidió del Tour subiendo al podio. Esta vez como ganador por equipos. El año pasado fue tercero y escuchó el himno danés junto a Contador. El himno español no lo encontraron hasta un rato después del error.
    La etapa más corta en los últimos 20 años fue un placentero desfile hasta los Campos Elíseos. Bromas, charlas y distensión hasta que los equipos de los esprinters tomaron cartas en el asunto al entrar en París. Estaba en juego la prestigiosa victoria en la capital francesa y el maillot verde. Se acabaron los juegos florales para unos cuantos. El Lampre asomó a la cabeza, como el Columbia y el Sky. Algún intento sin trascendencia, como el del asturiano Carlos Barredo, pero la suerte estaba echada. Los hombres de Petacchi lanzaron el sprint, pero la discusión duró lo que tardó Cavendish en aparecer como un cohete. Nada más que hablar, aplicó su implacable ley del más rápido. Ya lleva 15 en el Tour. La segunda plaza fue para el italiano Alessandro Petachi, que se llevó el maillot verde, y la tercera para el neozelandés Julian Dean (Garmin). El cuadro de honor lo completaron Anthony Charteau (Bouygues), maillot de puntos rojos de rey de la montaña, Andy Schleck, camiseta blanca de mejor joven y Sylvain Chavanel como supercombativo del Tour de Francia de 2010.
    El Tour sólo habló de dopaje con motivo de los controles.... a las bicicletas, para que nadie recurriera a las trampas mecánicas, como camuflar un motor en el cuadro. Las bicis se portaron bien, y de sus ocupantes sin noticia. Un Tour tranquilo también en esa materia y que sirvió para dar más relevancia si cabe a la victoria de un ciclista que entra en la historia.

    El pistolero más certero   

    Cuando Alberto Contador gana suele hacer el gesto de un disparo. Y ya ha disparado tres veces en París, cada vez que ha ganado un Tour, así que el pistolero apunta ya a Miguel Indurain, cinco veces campeón y que conquistó su primera Grande Bouclé con 27 años, los que ahora tiene el pinteño.
    Sin embargo, el ciclista madrileño es el único español que tiene en su palmarés las tres grandes vueltas por etapas (Giro, Vuelta y Tour) y en este apartado ya puso su nombre al lado de leyendas como Anquetil, Merckx, Hinault y Gimondi. Para Contador, el de 2010 ha sido el Tour más sufrido. Se lo dedica a su hermano Raúl, que sufre parálisis cerebral y al que adora, a sus padres y a su pareja de siempre, Macarena.
    Alberto Contador Velasco nació en el Hospital 12 de Octubre y reside en Pinto, localidad que, vinculada a Valdemoro, invita a no quedarse nunca a mitad de camino, según reza el adagio. De Pinto a Valdemoro, pasando por París, es una ruta dominada por Contador. Sin embargo, fue un balón de fútbol lo que le llamó la atención des de muy niño. Siempre le han gustado los animales, en especial las aves, y actualmente ayuda a su padre a criar canarios y jilgueros. Pe ro, ¿y la bicicleta? Un día su inseparable hermano Fran, el mayor de cuatro hermanos, le planteó ingresar en la escuela de Pinto. Desde entonces fue progresando hasta ser ya el pistolero más certero.