Parece que fue ayer
Cómo pasa el tiempo! Parece que fue ayer cuando empezamos a programar el curso y nos poníamos los objetivos y metas a conseguir. Parece que fue ayer cuando pasadas las vacaciones de Navidad, veíamos un segundo trimestre inacabable;
sin embargo, como en el soneto de Cervantes “burla, burlando” ya han pasado los tres. Ahora que nuestra infantil Fonseca va a quedarse sola y en silencio es la hora de la reflexión. Es el momento de pensar en cómo hemos inculcado el valor de la inteligencia para que sus vidas estén guiadas por la razón y no por los caprichos. Si hemos trabajado su voluntad para que sepan elegir lo más conveniente para ellos mismos y la sociedad de la que forman parte. Es la hora de repasar la escala de valores tan olvidada en muchos casos, como necesaria: el esfuerzo, fundamental e imprescindible para conseguir una meta; la disciplina, para forjar su carácter; el agradecimiento, a todas las personas que procuran o procuramos hacerles la vida llevadera y los preparamos para el futuro; el respeto a ellos mismos, a los demás, a la naturaleza... informándolos de los peligros del alcohol, el tabaco o cualquier tipo de droga. Potenciamos su autoestima como forma de valorarse y para obtener de sus cualidades el máximo provecho posible. En fin, llega el momento de situarnos y ver las cosas con perspectiva: ahora nos parecen más niños y pensamos que lo podríamos hecho mejor. Lo importante es seguir y seguir.
Juani Garrido es maestra