Parados, paciencia y descrédito

Más de seis millones de personas se levantarán mañana con la angustia de arrancar un nuevo día, una semana más, sin su rutina de trabajo. Cuando en la calle la ciudad amanezca con los ruidos propios del trasiego laboral, una legión de españoles al lento ritmo que impone el desempleo emprenderán su batalla particular por sobrevivir en esta España secuestrada por las finanzas. El rescate lo pagamos entre todos aunque, en primera instancia, solo los bancos y las cajas de ahorro saldrán libres.

    05 may 2013 / 09:11 H.

    Cuando ellos recuperen el vigor el ciclo económico del trabajo volverá, dicen, como los espárragos tras la lluvia. Comprensión, por lo tanto, para quienes especularon, despilfarraron y engañaron a sus clientes con productos muy preferentes para sus propios intereses. No pasa nada, comprendemos. Hagan juego de nuevo o insert coin. Mientras tanto, política de tierra quemada, labores de barbecho para preparar el terreno no sabemos para qué nuevo cultivo. Se impone el hachazo a todo lo que huela a público para estrujar las cuentas y cuadrar unos balances que siempre se quedan cortos para Bruselas y el severo castigo alemán. Paciencia, una virtud que en grandes dosis puede desembocar en aguda gilipollez, es la receta. El palo cada vez es más largo y la zanahoria está cada vez más lejos, pero nos prometen que esto cambiará, para mejor, se entiende, a partir de 2014. Los agoreros de Europa, por el contrario, ponen la cota en 2016. Poco importa, sin duda, si para llegar a tan alta cima requiramos bombonas de oxígeno o morir de inanición en el campamento base. En la colección de prêt-à-porter primavera-verano de la troika se lleva muchísimo, de nuevo, el recorte a sangre y así lo viven en Grecia o Portugal, tan lejos y tan cerca. Como allí, y no es moda pasajera, el descrédito de una clase-casta política y ahora durante unos días palabras manidas como pacto por el empleo entretendrán programaciones y páginas, mientras tú tienes la sensación de que nadie habla de ti, ni quieres que te reserven sitio detrás de sus pancartas.

    En Twitter: @JMSerranoAlba